Recomendaciones navideñas

La Navidad se ha convertido en una fiesta cultural muy celebrada, marcada por la alegría, la generosidad y diversas costumbres en todo el mundo. Las celebraciones de Navidad incluyen tradiciones festivas, decoraciones y comidas especiales, intercambios de regalos, reencuentros y tiempo con familiares y amigos. 

 

Tradicionalmente, el denominado “espíritu navideño” encarna alegría, generosidad y buena voluntad. Se caracteriza por decoraciones festivas, entrega de regalos y reuniones con los seres queridos; tradiciones que evocan una sensación de calidez y unión. 

 

Si bien la Navidad en su origen es una festividad religiosa que conmemora el nacimiento de Jesucristo, también se ha convertido en un importante evento cultural y comercial en muchas partes del mundo. El énfasis en la parte material (dar y recibir regalos, organizar la mejor fiesta o elaborar una decoración exquisita) puede generar una sensación de materialismo que entra en desacuerdo con los valores tradicionales de la festividad. 

 

Para los PAS, los conflictos de valores resultan muy incómodos, así que lograr un equilibrio entre disfrutar de la temporada festiva y el impacto del consumismo será clave. 

 

Otro conflicto que surge a menudo en relación con las Navidades es el de la discrepancia entre la expectativa y la realidad. Cuando los PAS conectamos con ideas e ideales como el amor o la fraternidad, es fácil que pasemos por alto otros factores asociados a la festividad que nos pueden llevar a la sobrestimulación, proyectando así unas expectativas que pueden distar mucho de cómo realmente vamos a vivir la situación: conflictos entre la expectativa, lo conceptual, lo imaginado, lo perfecto y la realidad imperfectamente perfecta. 

Se trata aquí de intentar ser más realistas y honestos con lo que realmente somos capaces de gestionar y disfrutar.

 

Situaciones navideñas que puede vivir una Persona con Alta Sensibilidad

A continuación, recojo situaciones que pueden vivenciar las personas altamente sensibles durante las Navidades, relacionadas con las características de este rasgo y las características de las Navidades:

  • Sobreestimulación sensorial: las PAS suelen estar más en sintonía con los estímulos sensoriales, reciben más información a través de los sentidos, lo cual significa que las luces brillantes, la música alta y las reuniones abarrotadas de gente, habituales en Navidad pueden resultar abrumadoras para ellas y quizás prefieran celebraciones más tranquilas e íntimas.

 

  • Intensidad emocional: las PAS tienden a experimentar las emociones profundamente. La Navidad, con su énfasis en la familia, el amor y la alegría, puede provocar emociones fuertes en las PAS, tanto positivas como potencialmente abrumadoras. También pueden verse más afectados por momentos sentimentales o  por las dinámicas familiares durante la temporada navideña. Como contrapartida, las personas altamente sensibles pueden encontrar gran alegría en los aspectos íntimos y significativos de la Navidad, como las tradiciones personales, las conversaciones sinceras y el intercambio de obsequios reflexivos y bien elegidos.

 

  • Atención a los detalles: las personas altamente sensibles suelen notar detalles que otros pueden pasar por alto. Esto podría significar apreciar las complejidades de las decoraciones navideñas, saborear los detalles de una comida festiva o sentirse profundamente conmovido por los matices de un villancico. Asimismo, un elevado número de detalles para procesar también puede tener el efecto opuesto y generar sobreestimulación.

 

  • Necesidad de descanso: dado que las PAS pueden sobreestimularse fácilmente y las celebraciones navideñas van acompañadas de un elevado número de estímulos, tanto sensoriales como emocionales, es probable que la naturaleza de la temporada navideña les resulte agotadora. Así pues, será necesario poner especial énfasis en respetar el tiempo de descanso y recuperación para equilibrar las demandas de los compromisos sociales y las festividades.

 

10 Recomendaciones para una Persona con Alta Sensibilidad en Navidad

Comprender y respetar la necesidad de una PAS de una celebración más equilibrada y discreta puede contribuir a que su experiencia navideña sea más agradable y cómoda. Esto podría implicar crear un espacio tranquilo y silencioso, permitir descansos para el cuidado personal y centrarse en los aspectos de las vacaciones que les brinden mayor alegría y satisfacción.

 

Finalmente, de forma más específica, unos consejos para sobrevivir las Navidades y conseguir disfrutarlas. Destacar que no se trata de un listado exhaustivo ni exclusivo, que las recomendaciones se pueden poner en práctica de forma independiente unas de otras, y que a cada uno le pueden venir bien unas u otras, dependiendo de las Navidades o en momentos distintos.

 

  1. Prioriza tu cuidado personal: prioriza las prácticas de cuidado personal, como la meditación, la respiración profunda o el ejercicio suave, para ayudarte a controlar el estrés y mantener el equilibrio emocional. Intenta respetar, en la medida de lo posible, tu descanso nocturno.
  2. Planifica un tiempo de tranquilidad: ten en cuenta tomar descansos durante las reuniones familiares o celebraciones para recargar energías y evitar la sobrecarga sensorial, por ejemplo: sal a fuera a tomar aire si lo necesitas. Identifica un espacio tranquilo donde puedas retirarte cuando sea necesario, ya sea una habitación tranquila o un rincón acogedor con iluminación suave.
  3. Conoce tus límites y respétalos: comunica tus necesidades a familiares y amigos. Comunica, de antemano, si es posible, que necesitas algo de tiempo a solas o si ciertas actividades te resultan abrumadoras. No temas decir que no a actividades que no te apetecen.
  4. Elige sabiamente los encuentros sociales: opta por celebraciones más pequeñas e íntimas, cuando sea posible, donde puedas tener más control sobre el ambiente y el ritmo.
  5. Regala conscientemente: Concéntrate en obsequios reflexivos y significativos, en lugar de quedarte atrapado en las novedades comerciales de la temporada. Compra menos y de manera más consciente.
  6. Adopta tradiciones simples: podría ser una velada tranquila junto a la chimenea, un paseo por la naturaleza o disfrutar de una película navideña favorita.
  7. Ajusta tus expectativas: prepárate mentalmente para las reuniones sociales, estableciendo expectativas realistas. Visualiza interacciones positivas y, si es necesario, planifica descansos.
  8. Elige un lema que te ayude a mantener tu centro estas Navidades. Decide qué  va a ser lo más importante para ti en estas vacaciones, como por  ejemplo “compartir”, “conectar” o “celebrar”, y deja que sea la brújula de tus decisiones.
  9. Pon primero lo primero (Stephen Covey). Es decir, honra tu lema. En el caso de que tu foco sean las otras personas o conectar, céntrate en las relaciones interpersonales y deja que el resto (decoración, comida, música) sea secundario. Tener un objetivo te ayudará a centrar tu atención y reducirá las probabilidades de sobresaturarte.
  10. Reflexiona y escribe un diario: Tómate un tiempo para la reflexión personal, preferentemente realizada por escrito. Este tipo de actividad te ayudará a procesar las emociones y obtener información sobre qué aspectos son más significativos para ti.

 

Recuerda, está perfectamente bien priorizar tu bienestar durante la temporada navideña. Al incorporar estas estrategias, podrás crear una experiencia navideña más agradable y satisfactoria, que se alinee con tu sensibilidad y preferencias.

¡Felices Fiestas!

 

Imagen: Sweta Meininger (Unsplash).

Insomnio en PAS

El insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente debido a aspectos básicos como el procesamiento profundo y la sensibilidad a los estímulos y te lo cuento en el siguiente articulo.

 

En ocasiones he escuchado decir a algunas personas, que tienen insomnio después de haber tenido una mala noche. Es importante entender que todos pasamos malas noches, en las que nos cuesta dormir, ya sea porque algo nos tiene agitados, tenemos alguna preocupación en la cabeza o sencillamente hace mucho calor. Esto es lo normal. Lo que diferencia dormir mal de padecer un trastorno del sueño, como es el insomnio, es la cantidad y calidad de ese sueño y el tiempo que se lleva sin descansar bien.

La característica esencial para diagnosticar insomnio, según el DSM V, es la dificultad para iniciar o mantener el sueño o la sensación de no haber tenido un sueño reparador durante al menos tres meses. Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita para tener la energía y concentración suficiente durante el día.

Según la guía de Práctica Clínica para el manejo de práctica con insomnio en atención primaria, el insomnio es el trastorno del sueño más frecuente y uno de los que mayor trascendencia sanitaria y social tiene. Los estudios realizados en España muestran que aproximadamente un 30/40 % de personas se quejan de insomnio y que las mujeres tienen más riesgo que los hombres de padecerlo.

Insomnio en PAS

Alexandra Gorn (Unsplash)

El comienzo de los episodios de insomnio en una persona determinada suele estar relacionado con algún acontecimiento vital estresante, como, por ejemplo, situaciones que causan ansiedad, tristeza, miedo, etc., o bien aquellas que nos llevan a cambiar hábitos en nuestra vida diaria.

Otra causa que puede afectar al sueño, son los cambios hormonales que se producen durante la menopausia, debido a que se ven alterados los ritmos biológicos. También algunas enfermedades crónicas pueden impedir conciliar o mantener el sueño debido al dolor, picores, dificultad para respirar, etc., que causa la propia enfermedad.

 

FACTORES ASOCIADOS A LA APARICIÓN DEL INSOMNIO EN PERSONAS CON ALTA SENSIBILIDAD

 

  1. Las emociones y el sueño.

Uno de los factores más influyentes en el descanso y que afecta de manera notable al sueño son algunas emociones, tales como la ansiedad, la tristeza, el miedo o la angustia, que suelen ir aparejadas con un exceso en el nivel de activación fisiológica, lo que  perjudica considerablemente la calidad y cantidad del sueño.

Esta activación fisiológica va a impedir un estado de tranquilidad necesario para conciliar el sueño. Comienzan, así, los pensamientos que llevan a preocuparse cada vez más: «si no duermo, mañana no rendiré», «debo dormirme ya» etc. y que, a su vez, generan más tensión y mayor activación corporal. Así comienza un círculo vicioso que lleva a un estado continuo de mayor tensión y activación fisiológica, responsable del inicio del insomnio. 

Esta es una de las razones por las que el insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente.

Las Personas Altamente Sensibles tienden a recibir muchos estímulos durante el día y a procesarlo todo con mayor profundidad. Toda esta información sensorial puede hacer que se esté sobreexcitado durante el día y haya demasiada activación para iniciar el descanso por la noche. También habrá que gestionar mucha información mental, que si no ha sido procesada durante el día, nos afectará a la hora de conciliar el sueño. 

Para disminuir la activación fisiológica podemos aprender técnicas que nos ayuden a relajarnos, descubrir nuevas estrategias para enfrentarnos a los problemas o amenazas y conseguir manejar nuestras emociones de forma saludable.

 

2- Las enfermedades

Los síntomas de algunas enfermedades como el dolor en la fibromialgia, los problemas respiratorios que provocan las apneas o el picor y/o cosquilleo propios del síndrome de piernas inquietas, pueden ser el origen de una mala calidad de sueño.

Para mejorar el descanso en este caso, es necesario llevar un tratamiento adecuado que permita remitir los síntomas de la enfermedad. Si, aun así, los problemas de sueño persisten, sería conveniente hacer una evaluación para estudiar otras causas que pueden estar influyendo en el déficit de descanso.

3- No mantener un ambiente óptimo para dormir

El exceso de ruidos, una temperatura baja o elevada, la luz excesiva, una almohada incómoda, etc., también puede ser motivos para que no se pueda conciliar el sueño. 

Hay una serie de comportamientos que favorecen el buen funcionamiento del cuerpo y potencian la regulación del reloj interno, y que, por tanto, nos ayudarán a estar más atentos durante el día y gozar de un sueño reparador por la noche. 

  • Mantener en medida de lo posible siempre las mismas rutinas y horarios.
  • Evitar excitantes (té, café, coca-cola, chocolate, etc.)
  • Hacer ejercicio durante el día, nunca antes de las tres o cuatro horas previas a acostarse.
  • Realizar alguna práctica que relaje nuestro cuerpo y mente antes de irnos a dormir, por ejemplo, darnos un baño de agua caliente, ejercicios de yoga, escuchar música relajante, leer un libro, etc. Cada persona tiene su propia forma de relajarse y la noche es un buen momento para ponerla en práctica. 
  • Mantener la habitación con un buen ambiente para descansar y en la que se genere silencio, oscuridad y una temperatura óptima para dormir.

El insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente debido a aspectos básicos como el procesamiento profundo y la sensibilidad a los estímulos.

Las Personas Altamente Sensibles tienen mayor agudeza de los sentidos. Son más sensibles a la luz , los ruidos, la temperatura, etc. Esto hace que los ritmos biológicos se puedan ver afectados con mayor facilidad, que los de otras personas.

Al ser más sensibles a todos los estímulos ambientales, las personas con alta sensibilidad, pueden presentar mayor dificultad para conciliar el sueño y, por tanto, presentar insomnio.

Por ello, llevar una buena higiene del sueño que tenga en cuenta un ambiente óptimo, es la mejor solución para descansar y tener una vida saludable.

 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CUIDAR NUESTRO SUEÑO?

Se ha demostrado que dormir es una actividad absolutamente necesaria. Mientras dormimos se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico de los individuos. Es el momento en el que se restablecen los almacenes de energía celular. Se restaura la homeostasis del sistema nervioso central y del resto de los tejidos. El sueño también tiene un papel importante sobre los procesos de aprendizaje y memoria.

¡Por todo ello, te invito a que cuides tu sueño!

 

Marta Nieto Alonso

Psicóloga Sanitaria

Especializada en trastornos del sueño.




 

Imagen: Kinga Howard  (Unsplash).