Hablemos del insomnio en Personas con Alta Sensibilidad
El insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente debido a aspectos básicos como el procesamiento profundo y la sensibilidad a los estímulos y te lo cuento en el siguiente articulo.
En ocasiones he escuchado decir a algunas personas, que tienen insomnio después de haber tenido una mala noche. Es importante entender que todos pasamos malas noches, en las que nos cuesta dormir, ya sea porque algo nos tiene agitados, tenemos alguna preocupación en la cabeza o sencillamente hace mucho calor. Esto es lo normal. Lo que diferencia dormir mal de padecer un trastorno del sueño, como es el insomnio, es la cantidad y calidad de ese sueño y el tiempo que se lleva sin descansar bien.
La característica esencial para diagnosticar insomnio, según el DSM V, es la dificultad para iniciar o mantener el sueño o la sensación de no haber tenido un sueño reparador durante al menos tres meses. Esto impide la recuperación que el cuerpo necesita para tener la energía y concentración suficiente durante el día.
Según la guía de Práctica Clínica para el manejo de práctica con insomnio en atención primaria, el insomnio es el trastorno del sueño más frecuente y uno de los que mayor trascendencia sanitaria y social tiene. Los estudios realizados en España muestran que aproximadamente un 30/40 % de personas se quejan de insomnio y que las mujeres tienen más riesgo que los hombres de padecerlo.
El comienzo de los episodios de insomnio en una persona determinada suele estar relacionado con algún acontecimiento vital estresante, como, por ejemplo, situaciones que causan ansiedad, tristeza, miedo, etc., o bien aquellas que nos llevan a cambiar hábitos en nuestra vida diaria.
Otra causa que puede afectar al sueño, son los cambios hormonales que se producen durante la menopausia, debido a que se ven alterados los ritmos biológicos. También algunas enfermedades crónicas pueden impedir conciliar o mantener el sueño debido al dolor, picores, dificultad para respirar, etc., que causa la propia enfermedad.
FACTORES ASOCIADOS A LA APARICIÓN DEL INSOMNIO EN PERSONAS CON ALTA SENSIBILIDAD
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Las emociones y el sueño.
Uno de los factores más influyentes en el descanso y que afecta de manera notable al sueño son algunas emociones, tales como la ansiedad, la tristeza, el miedo o la angustia, que suelen ir aparejadas con un exceso en el nivel de activación fisiológica, lo que perjudica considerablemente la calidad y cantidad del sueño.
Esta activación fisiológica va a impedir un estado de tranquilidad necesario para conciliar el sueño. Comienzan, así, los pensamientos que llevan a preocuparse cada vez más: «si no duermo, mañana no rendiré», «debo dormirme ya» etc. y que, a su vez, generan más tensión y mayor activación corporal. Así comienza un círculo vicioso que lleva a un estado continuo de mayor tensión y activación fisiológica, responsable del inicio del insomnio.
Esta es una de las razones por las que el insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente.
Las Personas Altamente Sensibles tienden a recibir muchos estímulos durante el día y a procesarlo todo con mayor profundidad. Toda esta información sensorial puede hacer que se esté sobreexcitado durante el día y haya demasiada activación para iniciar el descanso por la noche. También habrá que gestionar mucha información mental, que si no ha sido procesada durante el día, nos afectará a la hora de conciliar el sueño.
Para disminuir la activación fisiológica podemos aprender técnicas que nos ayuden a relajarnos, descubrir nuevas estrategias para enfrentarnos a los problemas o amenazas y conseguir manejar nuestras emociones de forma saludable.
2- Las enfermedades
Los síntomas de algunas enfermedades como el dolor en la fibromialgia, los problemas respiratorios que provocan las apneas o el picor y/o cosquilleo propios del síndrome de piernas inquietas, pueden ser el origen de una mala calidad de sueño.
Para mejorar el descanso en este caso, es necesario llevar un tratamiento adecuado que permita remitir los síntomas de la enfermedad. Si, aun así, los problemas de sueño persisten, sería conveniente hacer una evaluación para estudiar otras causas que pueden estar influyendo en el déficit de descanso.
3- No mantener un ambiente óptimo para dormir
El exceso de ruidos, una temperatura baja o elevada, la luz excesiva, una almohada incómoda, etc., también puede ser motivos para que no se pueda conciliar el sueño.
Hay una serie de comportamientos que favorecen el buen funcionamiento del cuerpo y potencian la regulación del reloj interno, y que, por tanto, nos ayudarán a estar más atentos durante el día y gozar de un sueño reparador por la noche.
- Mantener en medida de lo posible siempre las mismas rutinas y horarios.
- Evitar excitantes (té, café, coca-cola, chocolate, etc.)
- Hacer ejercicio durante el día, nunca antes de las tres o cuatro horas previas a acostarse.
- Realizar alguna práctica que relaje nuestro cuerpo y mente antes de irnos a dormir, por ejemplo, darnos un baño de agua caliente, ejercicios de yoga, escuchar música relajante, leer un libro, etc. Cada persona tiene su propia forma de relajarse y la noche es un buen momento para ponerla en práctica.
- Mantener la habitación con un buen ambiente para descansar y en la que se genere silencio, oscuridad y una temperatura óptima para dormir.
El insomnio en Personas con Alta Sensibilidad puede estar presente debido a aspectos básicos como el procesamiento profundo y la sensibilidad a los estímulos.
Las Personas Altamente Sensibles tienen mayor agudeza de los sentidos. Son más sensibles a la luz , los ruidos, la temperatura, etc. Esto hace que los ritmos biológicos se puedan ver afectados con mayor facilidad, que los de otras personas.
Al ser más sensibles a todos los estímulos ambientales, las personas con alta sensibilidad, pueden presentar mayor dificultad para conciliar el sueño y, por tanto, presentar insomnio.
Por ello, llevar una buena higiene del sueño que tenga en cuenta un ambiente óptimo, es la mejor solución para descansar y tener una vida saludable.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CUIDAR NUESTRO SUEÑO?
Se ha demostrado que dormir es una actividad absolutamente necesaria. Mientras dormimos se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico de los individuos. Es el momento en el que se restablecen los almacenes de energía celular. Se restaura la homeostasis del sistema nervioso central y del resto de los tejidos. El sueño también tiene un papel importante sobre los procesos de aprendizaje y memoria.
¡Por todo ello, te invito a que cuides tu sueño!
Marta Nieto Alonso
Psicóloga Sanitaria
Especializada en trastornos del sueño.
Imagen: Kinga Howard (Unsplash).