Pensamiento rumiativo y PAS

Hoy vamos a hablar de una forma de pensamiento conocida como rumiación basada en un pensamiento negativo repetitivo, que incide directamente en la resolución de problemas, en el bienestar subjetivo y emocional y en la salud de las personas y os damos 11 claves para hacerle frente.

 

¿Qué es el pensamiento rumiativo?

Sánchez – Aragón R. (2020) define la rumia como la tendencia a continuar pensando acerca de algo malo, doloroso o desesperanzador por un largo período de tiempo, durante el cual una persona piensa repetida y recurrentemente en eventos o emociones negativas, particularmente del pasado. 

Supone una estrategia de afrontamiento desadaptativo que perpetúa el estrés, incrementando las cogniciones negativas.

Sánchez – Aragón R. (2020) citando a Watkins et al. (2011) la reconoce como un proceso psicológico beneficioso sólo cuando se consigue canalizar positivamente la información y permite a la persona analizarla de forma específica y concreta y orientarse en el proceso de resolución de las dificultades, lo que hace que tenga una utilidad que da como resultado un estado emocional satisfactorio. 

Por tanto, la reflexión en busca de soluciones sí podría constituir un funcionamiento positivo cuando se indaga sobre estrategias de mejora buscando soluciones en situaciones desfavorables, pero cuando va por el camino de los reproches mediante pensamientos negativos y confusos acaba provocando incomodidad y malestar emocional. 

Ejemplos del pensamiento repetitivo positivo o adaptativo sería cuando utilizamos el procesamiento emocional, es decir, intencionadamente buscamos conocer y comprender la relevancia de las propias emociones y estados internos. Esa reflexión interna, nos ayudará a comprender nuestra reacción al enfrentarnos a una situación concreta y por lo tanto a conocernos mejor. 

Por otro lado, Sánchez – Aragón R. (2020) habla de cómo el pensamiento rumiativo repetitivo negativo puede afectar directamente a nuestra salud, ya que cuando hablamos de salud nos referimos a un estado completo no sólo de bienestar físico sino también espiritual, psicológico y social que experimenta la persona.

Y aquí surge el concepto de bienestar psicológico o subjetivo (BS) como factor relevante para sentirnos sanos y en plenitud, ya que, podemos tener todas las condiciones necesarias para tener una buena salud, pero no sentir ese bienestar psicológico. 

Nuestro tipo de pensamiento va generando un diálogo interno, que puede ser destructivo y pesimista, lo que acabará afectándonos a nivel emocional y se convertirá en un círculo vicioso de malestar.

Es importante, por tanto, entender que el pensamiento repetitivo puede ir por dos caminos muy diferentes:

  • Pensamiento repetitivo normal orientado a la solución de problema.
  • Pensamiento repetitivo patológico que dificulta el correcto funcionamiento del individuo en su vida cotidiana.

 

Pensamiento rumiativo en Personas con Alta Sensibilidad: 

Tanto los seres humanos como los animales presentan diferencias en la sensibilidad de percepción y procesamiento de información, en la reacción o respuesta que ejecutan ante los estímulos del entorno y en la adaptación a las diferentes situaciones que se les presentan, ya sean positivas o negativas (Greven et. al., 2019). Es decir, según nuestro grado de sensibilidad recibimos y procesamos la información de una forma diferente, por lo que nuestra interpretación y vivencia cambia y, por tanto, nuestra respuesta también.

Aron y Aron (1997) y Aron et. al. (2012) definen la sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS) como un atributo del temperamento que se caracteriza por una alta sensibilidad a los estímulos ambientales y estiman, además, que aproximadamente del 15% al 20% de la población podría considerarse alta en dicha característica. 

Para conocer los cuatro aspectos de la alta sensibilidad que definieron, puedes visitar la página de “Información Alta Sensibilidad” de la web.

 

La tendencia a reflexionar y analizar la información de forma intensa está muy presente en las PAS como un mecanismo de supervivencia que hace que estén más atentos al entorno y a sus posibles riesgos, pero también puede llevar al pensamiento rumiativo repetitivo negativo, provocando:

  • Dificultad en la toma de decisiones.
  • Sobreestimulación y agotamiento.
  • Sentimiento de incapacidad para afrontar dificultades que se puedan presentar en la vida.
  • Alejarse de la realidad externa y enfocarse en la actividad mental sobre lo que ha pasado.
  • Desconexión del presente.
  • Olvidándose de la capacidad que tiene para aprender de lo que está viviendo que le ayudará a mejorar y crecer como persona.

Por lo tanto, las PAS reaccionan al entorno y a los estímulos sensoriales de forma distinta a las personas no altamente sensibles. Los PAS tienden a observar y analizar antes de actuar y tienen una respuesta a los estímulos generalmente más lenta debido al procesamiento profundo de la información.

No suelen tener un funcionamiento impulsivo, ya que valoran un abanico de posibilidades y riesgos y eso requiere su tiempo. Este sistema de funcionamiento lo denominan pause & check, que es lo mismo que “detenerse y comprobar” para observar, valorar y analizar la situación, ver las sutilezas, comparar los datos de los que dispone y encontrar un camino distinto.

Y este funcionamiento más cauteloso y profundo no tiene por qué ser dañino para la persona, si ese análisis genera un mejor enfoque y solución

 

Claves para parar el pensamiento rumiativo

Pensamiento rumiativo y PAS

Foto: Nicholas Ng by Unsplash

  • Observar tu patrón de pensamiento para conocerlo: ¿cómo sueles reaccionar frente a un problema? ¿Qué es lo que más te afecta?
  • Atención: La forma y el contenido de la vida dependen de cómo utilicemos la atención. La atención sería como una energía psíquica bajo nuestro control y por ello, es la herramienta más importante en la tarea de mejorar la calidad de la experiencia. ¿En qué focalizas tu atención? ¿La entrenas? ¿Qué filtro utilizas para centrar tu atención? ¿La enfocas en una tarea o en un pensamiento que te perjudica? ¿Cuándo entras en “bucle” en qué centras la atención?.
  • Cambiar el foco: Optimismo y resiliencia frente a la adversidad.
  • Optimismo: expectativas positivas respecto a los eventos del futuro sin importar los medios por los cuales tales resultados pueden ocurrir. Se considera que a partir de las propias acciones se puede estar bien y sentir autoconfianza y esperanza de lo que puede pasar ante situaciones de gran adversidad o provocadoras de estrés.
  • Resiliencia: emerge a partir de situaciones extremadamente difíciles y altamente estresantes, permitiendo encontrar beneficios y nuevos significados que favorecen el crecimiento personal y el afrontamiento de nuevos retos con mayor seguridad y eficiencia. Es la capacidad de enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido ante experiencias desfavorables.
  • Ser consciente de que la rumiación negativa tiene un efecto perjudicial para ti, ya que nos dice que no somos capaces de afrontar las dificultades de la vida.
  • Acepta los pensamientos. Puede parecer un contrasentido, pero desde el mismo momento en que aceptas tener los pensamientos negativos y rumiativos, estos pierden una gran parte del impacto emocional que ejercían sobre ti. Simplemente, acepta que están ahí y no reacciones ante ellos.
  • La experiencia autotélica o flujo. Fluir (Flow): Se refiere a una actividad que se contiene en sí misma, que se realiza no por la esperanza de ningún beneficio futuro sino simplemente porque hacerlo es en sí la recompensa. Cuando la persona fluye con una actividad está prestando atención a la actividad por sí misma, y cuando no es así, la atención se centra en las consecuencias. El flow es un estado de atención plena y una total involucración en la tarea. El cerebro descansa, desconecta de la cotidianidad y al terminar vuelves con otra energía a tu vida, los problemas se ven desde otro prisma.
  • Mindfulness: Atención plena. Prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Sin juzgar, sin prejuicios, sin resistencia, sólo viviendo el aquí y el ahora. Como dice Vicente Simón, psiquiatra y catedrático de psicobiología: mindfulness es “tranquilizar la mente para ver con claridad”. Es decir, mientras nuestra mente pueda mantener un estado de calma podrá observarse a sí misma y a los demás sin dejar que la enturbien los pensamientos y emociones estresantes.
  • Diferenciar y no fusionarse: un yo que vive la experiencia y se fusiona con sus pensamientos y emociones y se pierde a sí mismo en ese “remolino y revoltijo” o un yo que observa de forma objetiva, que sabe que son sólo pensamientos que están provocando unas emociones que le están afectando. Al observar sin juzgarte, “rompes” la fuerza de esos pensamientos y emociones que te invaden y das espacio a la creatividad para descubrir nuevas opciones, perspectivas que pueden ayudarte a cubrir tus necesidades y a sentirte de otra manera. 
  • Aumentar flexibilidad cognitiva: Tolerar la duda y la incertidumbre. Aceptar que hay cosas que se van a escapar de nuestra “zona de control” y dejar de resistirnos y luchar nos liberará.
  • Apoyo social: Compartir aquello que nos angustia, aquello que nos remueve y sentirnos comprendidos y acompañados nos ayuda a desconectar y reposar del pensamiento rumiativo y a valorar e incluir diferentes perspectivas.
  • Buscar soluciones al problema y toma de decisiones al respecto. Es importante concretar si los problemas que surgen y a los que te enfrentas estaban más relacionados con la tensión asociada al problema y a la preocupación o a impedimentos reales para solucionarlos. “Te ocupas o te preocupas”.

 

Mantener alejado el pensamiento rumiativo, nos ayudará a que nuestro diálogo interno sea más positivo, tendremos una mejor gestión emocional y nos alejaremos de la depresión y la ansiedad. 

 

María Bernabé Simó, Psicóloga General Sanitaria. Especializada en PAS.

www.mbspsicologia.com

 

Bibliografía:

  • Aron, E. N., & Aron, A. (1997). Sensory-processing sensitivity and its relation to introversion and emotionality. Journal of personality and social psychology, 73(2), 345-368.
  • Aron, E. N., Aron, A., & Jagiellowicz, J. (2012). Sensory processing sensitivity: A review in the light of the evolution of biological responsivity. Personality and Social Psychology Review, 16(3), 262-282. https://doi.org/10.1177/1088868311434213
  • Csíkszentmihályi, M. (2019). Fluir (flow): Una psicología de la felicidad. (8ª ed.). Editorial Kairós.
  • Greven, C. U., Lionetti, F., Booth, C., Aron, E. N., Fox, E., Schendan, H. E., Pluess, M., Bruining,
  • H., Acevedo, B., Bijttebier, P. & Homberg, J. (2019). Sensory processing sensitivity in the
  • context of environmental sensitivity: A critical review and development of research agenda.
  • Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 98, 287-305.
  • https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2019.01.009
  • Hervás G. y Vázquez C. (2006). Explorando el origen emocional de las respuestas rumiativas: El papel de la complejidad emocional y la inteligencia emocional.
  • Sánchez-Aragón, R. (2020). Bienestar subjetivo: el papel de la rumia, optimismo, resiliencia y
  • capacidad de recibir apoyo. Ciencias Psicológicas, 14(2), e–2222.
  • https://doi.org/10.22235/cp.v14i2.2222
  • Simón, V. (2011). Aprender a practicar Mindfulness. Sello editorial.
  • Watkins, E.R., Mullan, E., Wingrove, J., Rimes, K., Steiner, H., Bathurst, N., Eastman, R., & Scott, J. (2011). Rumination-focused cognitive-behavioral therapy for residual depression: phase II randomized controlled trial. British Journal of Psychiatry, 199(4), 317-322. https://doi: 10.1192 / bjp.bp.110.090282

 

 

Imagen: Susan Q. Yi (Unsplash).

Investigaciones PAS

9 de febrero de 2022, por Elaine Aron

 

He mirado el sitio web y me he dado cuenta de que desde 2017 no he escrito ninguna entrada de blog sobre investigación. Mis sinceras disculpas. En este momento apenas puedo mantenerme al día, porque hay muchos trabajos de investigación sobre alta sensibilidad (también conocida como sensibilidad en el procesamiento sensorial, que por cierto nada tiene que ver con el trastorno en el procesamiento sensorial). Ni siquiera conozco a la mayoría de los investigadores, que están por todo el mundo, desde Japón hasta Turquía. El que haya tanta investigación publicada significa que ahora hay un amplio interés en este asunto. ¡Corren buenos tiempos!

En esta entrada de blog resumiré algunas investigaciones recientes, y en futuras entradas me ocuparé de trabajos anteriores, de entre 2018 y 2020.

 

Problemas inevitables de la investigación en PAS

Con el aumento de la investigación surgen problemas inevitables, en cuanto que a veces se tiende a inducir a una impresión más negativa de las personas con alta sensibilidad (PAS) de lo que es correcto. Es decir, hay un prejuicio que lleva a suponer que las PAS tienen problemas, prejuicio que parece confirmarse por dos razones.

  1. Casi ningún trabajo contempla la susceptibilidad diferencial: el que como adultas PAS con un una niñez difícil tienen más problemas que otras, pero con buena niñez tienen menos problemas, y de hecho crecen bien. Este es el resultado lógico de ser sensible al entorno. No sabemos el porcentaje de adultos PAS que han tenido una buena niñez, y es probable que no sea la mayoría porque sus padres desconocían por completo el rasgo. Así pues, si se hace un promedio del conjunto de las PAS podría dar la impresión de que más bien tienen problemas, como parte de la investigación parece indicar. Pero con esto en realidad se pasa por alto la «sensibilidad ventajosa», todo lo bueno que conlleva ser PAS, especialmente cuando se crece en un buen entorno. De la importancia de entender la susceptibilidad diferencial ya se habló en otro artículo del blog.
  2. Problemas con la escala PAS y su próxima actualización: La segunda razón para este sesgo un tanto negativo es la escala PAS (la versión de investigación algo más extensa de la autoevaluación PAS que hay en el sitio web). La escala original se creó a principios de los años 90, en los comienzos de nuestra investigación. Con el paso de los años tuvimos que reconocer problemas en ella, principalmente que casi todos los ítems tratan sobre algo negativo, o que su formulación es negativa: me abrumo con facilidad, me siento incómodo con…, me molesta cuando…, me pongo nervioso cuando…, me esfuerzo mucho para no cometer errores, me excito desagradablemente…, etc.

Aparte del problema de las formulaciones negativas, la escala actual es también desfavorable porque casi toda ella trata sobre verse fácilmente sobreestimulado y mide muy poco los demás aspectos del DOES: profundidad de procesamiento, empatía/receptividad emocional, y ser sensible a los estímulos sutiles. Sabemos que la ‘O’ del DOES es el único problema de ser PAS, ¡pero es evidente que los ítems acerca de la sobreestimulación han acaparado la medida!

 

Lógicamente el énfasis negativo ha llevado estudio tras estudio a concluir que las PAS son más ansiosas, deprimidas, expuestas al síndrome de desgaste profesional, etcétera, etcétera. Grrr. Estaría bien que los investigadores preguntaran sobre la niñez, para que pudieran observar la susceptibilidad diferencial; o incluso que mencionaran la susceptibilidad diferencial como un posible factor en sus resultados. Pero esto apenas ocurre, y como resultado están apareciendo una y otra vez estudios deficientes.

Así pues estamos creando una nueva escala que mida todo lo que falta. Hay un grupo de nosotros trabajando en ella. Juntos hemos redactado nuevos ítems, los hemos testado y seleccionado los que parecen ser los mejores 60. Y ahora estamos reduciendo la lista a los más sobresalientes de entre ellos. Habrá una correlación adecuada con la medición antigua (ser similares estadísticamente), como debe ser, porque la antigua escala PAS distingue a las PAS de las demás y muestra, por ejemplo, sus diferencias cerebrales en las tareas, o en qué medida se comportan de manera distinta en los experimentos.

 

Estudios recientes en PAS (menos afectados por los problemas descritos)

Puedes encontrar los resúmenes de estos artículos en Google Académico, copiando y pegando el título (está entrecomillado, después del número que le precede). Cuando encuentres el resumen, si hay algo a la derecha haz click ahí y puede que aparezca el artículo completo. Si solo hay un resumen, probablemente el artículo completo tenga un coste elevado, pero quizá tu biblioteca local te lo pueda conseguir, o cualquier biblioteca universitaria a la que tengas acceso.

  1. En el estudio «Sensory processing sensitivity behavior moderates the association between environmental harshness, unpredictability, and child socioemotional functioning» se descubrió que los niños de más de dos años (de unos tres en adelante) que puntúan alto en SPS (Sensibilidad en el Procesamiento Sensorial) en comparación con los que no tienen el rasgo, si vivían en un entorno familiar impredecible eran más propensos a convertirse en lo que podríamos denominar «difíciles de tratar»: se pelean, golpean y muestran resentimiento (estas son las denominadas conductas exteriorizadas, y hay que tener en cuenta que se trata de niños muy pequeños). Por otro lado, los que puntuaron bajo en SPS no se vieron especialmente afectados por la impredecibilidad en el hogar. (La SPS se midió por las conductas de los niños en un estudio de laboratorio, no mediante la escala de PAS.)

La «impredecibilidad» se midió por la frecuencia con que habían ocurrido cosas como la enfermedad o la muerte en la familia, o mudanzas, separación o divorcio de los padres, o un cambio de cuidador principal. La crianza severa no afectó a los menores con alta sensibilidad de forma distinta que a los niños sin alta sensibilidad.

Este efecto de impredecibilidad surgió en otro trabajo, en el cual los niños y niñas con alta sensibilidad en educación infantil se vieron más afectados por la crianza impredecible, pero no más afectados por una «mala» crianza (tal como la de padres demasiado permisivos o autoritarios). Parece ser que los niños y niñas con alta sensibilidad pueden acostumbrarse a casi todo, salvo al cambio constante. Esto también puede que sea cierto en tu caso.

En resumen: tal vez quieras ocuparte de aprender a esperar el cambio (¡lee algo sobre budismo!), para planear cómo afrontarás uno cuando sepas que va a ocurrir (una mudanza, por ejemplo), y aceptarlo o lamentarlo cuando sea preciso. «No hay cambio sin pérdida; no hay pérdida sin algo de dolor.» Por encima de todo recuerda que, como PAS que eres, es normal tener esas fuertes reacciones al cambio.

En otra entrada del blog ya hablamos sobre «La impermanencia y la persona con alta sensibilidad».

 

  1. Este es bueno: «Sensory processing sensitivity predicts performance in an emotional antisaccade paradigm.» Os imagino rascándoos la cabeza con este. ¡¿Qué es eso?! Una respuesta breve es que es una medida de la capacidad para hacer una pausa antes de actuar, en este caso una pausa con los ojos. Te dan a ver un punto y este comienza a moverse. Y te dicen que, o bien sigas el punto (movimiento prosacádico), que es la acción natural, o que mires en dirección opuesta a la que se mueve (movimiento antisacádico), instrucción esta última que obedeces más lentamente porque has de hacer un esfuerzo. Esta requiere una muy buena función «ejecutiva» del cerebro. En este estudio se utilizaron como objetos tanto puntos como rostros.

Las PAS fueron más ‘precisas’ que las demás, en cuanto que a la indicación de mirar en dirección opuesta mostraron un tiempo de reacción menor que el promedio. No obstante, esto solo fue así cuando en lugar de a puntos respondían a rostros con expresiones emocionales, y especialmente cuando los investigadores compararon la respuesta a rostros neutros frente a la respuesta a rostros tristes. Por cierto, estos resultados no guardaban ninguna relación con el estado de ánimo de los sujetos en ese momento.

En resumen: puedes estar más seguro si cabe, de que tú y otras PAS procesáis las cosas, especialmente la información social, con más cuidado y precisión a un nivel profundo (no solo pensando más en la tarea sino que, cuando se pide hacerla rápidamente, realizarla mejor de forma automática). Esto contrasta con las personas que tienen esquizofrenia, TDAH o autismo, de las cuales en otros trabajos se concluyó que tienen tiempos de reacción más lentos al hacer esas tareas.

 

  1. En el estudio «Sensory Processing Sensitivity Moderates the Relationships Between Life Skills and Depressive Tendencies in University Students» se analizó qué habilidades para la vida diaria (toma de decisiones, relaciones interpersonales, comunicación y afrontamiento emocional) se asociaban a una menor depresión, y se halló que para las PAS, comparadas con otras, el afrontamiento emocional era la habilidad clave. (Las escasas habilidades para las relaciones interpersonales van unidas a la depresión en todas las personas; la deficiencia en las habilidades de toma de decisiones ‒no es de extrañar‒ va unida a quienes puntúan bajo en SPS.)

En resumen: si tienes tendencia a deprimirte, céntrate en tus habilidades de afrontamiento emocional.

 

  1. «Sensory-processing sensitivity and COVID-19 stress in a young population: The mediating role of resilience.» Los resultados no sorprenden demasiado. Las PAS se vieron «un poco» más negativamente afectadas por la pandemia (obviamente el principal factor son las circunstancias en que una se encuentra, no el temperamento). Sin embargo esto no fue así cuando las PAS tenían niveles de resiliencia adecuados, medidos con una escala de seis ítems, con ítems tales como «Suelo recuperarme con rapidez después de pasar una mala situación.» y «Tardo poco en recuperarme de un acontecimiento estresante.» Este es sin duda, al menos en parte, el resultado de que los adolescentes con alta sensibilidad hayan tenido una crianza más positiva, una vez más debida a la susceptibilidad diferencial ante buenas y malas circunstancias.

En resumen: cuando te pregunten qué tal se desenvuelven las PAS durante la pandemia puedes decir que, según un estudio con adolescentes, por término medio les va más o menos como a las demás, quizá un poco peor algunas veces, pero un gran número de ellas muestran una mayor resiliencia que otras, probablemente a causa de la susceptibilidad diferencial, es decir, que se ven más afectadas por este hecho, es cierto, pero también por cualquier otro, incluido un entorno positivo en el hogar.

 

  1. «The role of sensory processing sensitivity and analytic mind-set in ethical decision-making.» Los investigadores manipularon la ‘actitud’ dando a los participantes un problema ético para que o bien lo analizaran en profundidad (actitud de deliberación) o se centraran en hallar una solución práctica y concreta (actitud de ejecución). No sorprende que las PAS lo hicieran mejor en la actitud deliberativa, «lo cual les permitía resolver el problema usando su enfoque innato de solución de problemas». Las personas que no tenían el rasgo lo hicieron mejor en la actitud ejecutiva. «Los resultados hacen pensar que las intervenciones éticas no deben consistir en “café para todos”, y que deben tener presente las tendencias de resolución de problemas innatas de la persona.»

En resumen: esto obviamente valida la característica de la profundidad de procesamiento de nuestro rasgo. Para mí este estudio significa también que la idea está saliendo a la luz, junto con el estupendo consejo de que, cualquiera que sea la situación, no sirve el «café para todos».

 

  1. «Experiences of Adults High in the Personality Trait Sensory Processing Sensitivity: A Qualitative Study.» Este estudio es exactamente lo que dice: resume entrevistas en profundidad, hechas por investigadores experimentados y basadas en todo lo que en la actualidad sabemos sobre el rasgo, pero aportando una información más detallada, sugiriendo nuevas hipótesis para promover el bienestar caso de ser PAS.

En resumen: podría valer la pena leerlo.

 

Es admirable ver tanta investigación. Si utilizas Google Académico accederás a mucha más. Pero no animo a hacerlo, porque hay que saber leer los detalles para detectar cualquier fallo (que por lo general lleva a la conclusión de que las PAS son peores que otras en algún sentido sin haber observado la infancia u otros factores estresantes actuales). Pero en fin, las cosas están yendo bien. Cuanta más investigación haya, más se debatirá sobre la alta sensibilidad en años venideros como parte de la formación profesional de docentes, terapeutas y personal médico. ¿No sería maravilloso?

 

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Sobre la publicación del artículo original:

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Puedes encontrar otros resúmenes de investigaciones realizadas en el blog:

15/01/21 La investigación sobre la sensibilidad: pasado, presente y futuro.

26/03/21 Todo lo que los investigadores saben en 2021 sobre la alta sensibilidad.

 

 

Imagen: Debby Hudson (Unsplash).

Noviembre 30, 2021 Por Elaine Aron

Como algunos de ustedes saben, he dado un paso atrás en algunas de mis actividades dentro del ámbito de la alta sensibilidad (no en cuanto a la investigación) para escribir un libro sobre algo diferente, no sobre la alta sensibilidad. Ya sabía que tenía que dar marcha atrás, pero la pandemia me hizo ver que específicamente quería alejarme de las tareas en las que me veía obligada de generalizar sobre el rasgo de la AS, como de cara a los medios de comunicación. Algún entrevistador me preguntaba: «¿Cómo están manejando las PAS el confinamiento?» y yo contestaba (un poco gruñón, me temo): «No lo sé. Cada uno lo lleva de manera diferente. Algunos sufren, otros lo aman. Nos encontramos en la misma tormenta, pero en barcos muy distintos». Luego, para ser cortés, agregué algunas generalizaciones. Leer más

14 de septiembre de 2021, por Elaine Aron

 

Descuida, no todo va de experiencias deprimentes, pero nosotras las PAS no podemos ignorar cosas como el acelerado cambio de los últimos años. Está el tiempo, que se ha vuelto loco con inundaciones y sequías, bosques ardiendo y humo por todas partes, con evacuaciones y pérdidas personales. Y ahora vivimos con mascarillas (o no), colas para las vacunas (o no), y la evolución de nuevos virus (nada que discutir sobre esto). Parece que vamos a tener que acostumbrarnos al cambio rápido. No sé tú, pero yo encuentro especialmente difíciles de aceptar algunos de esos cambios, como la pérdida de las queridas secuoyas por fuegos que incluso para ellas son demasiado intensos. Leer más

Traducción de la publicación: ‘How Are Highly Sensitive Men different‘,   Traducción autorizada por la Dra. Elaine Aron a la APASE.

  • Autoría de esa publicación: Elaine Aron, Ph.D.,
  • Fecha de la publicación: 19 de julio 2021
  • Sitio web de la publicación (acceso libre): The Highly Sensitive Person, de Elaine Aron, apartado del blog).
  • Traducido del inglés por Karina Zegers de Beijl (julio del 2021)

Como algunos de ustedes saben, los hombres altamente sensibles ocupan un lugar especial en mi corazón. Me gustan mucho. Eso es en parte porque me gustaría ver esa película que quieren realizar sobre ellos. Pero, ¿qué hace que son diferentes de otras PAS o de otros hombres?

Cada vez soy más reacio a hacer generalizaciones sobre las PAS porque soy consciente de que todos ustedes varían mucho. Quiero que seas fiel a tu ser individual. (Es por eso que lamento haber hecho esos comentarios sobre el «espectro autista», con el objetivo de distinguirlos de las PAS, pero mis palabras resultaron ser hiriente para los individuos involucrados, cada uno de ellos único y algunos también PAS.) Por lo tanto, me centré en aquello que sea cierto acerca de los hombres con alta sensibilidad.

En primer lugar, los hombres AS se desarrollan bajo la influencia de genes masculinos, siendo el principal factor la testosterona. Dejando de lado el espectro de género, casi todos los hombres AS (y los hombres en general) son claramente biológicamente masculinos. (Probablemente acabo de herir los sentimientos de alguien de nuevo, pero tenga en cuenta que algunos de nosotros necesitamos un tiempo para ponerse al día.) Por supuesto, el comportamiento masculino y femenino es tal que muchos hombres hacen algunas cosas que las mujeres normalmente hacen y viceversa. Pero son las hormonas  las responsables de que los hombres con AS y las mujeres con AS sean diferentes de alguna manera. ¿Cómo interactúan las hormonas con la sensibilidad? Todavía no lo sabemos, pero está claro que lo hacen, y tendremos que aprender sobre ello. Tal vez esa sea la fase dos de la investigación.

 Mirando hacia atrás en la evolución del comportamiento masculino

Otro factor es el de la evolución, ¿qué funcionó? Sabemos que la sensibilidad funciona lo suficiente como para estar presente en el 20 o incluso el 30% de la población y en igual número en hombres y mujeres. Eso significa que los varones con alta sensibilidad han tenido éxito en reproducirse a sí mismos. ¿Cómo lo sabemos?

Sabemos que los machos humanos evolucionaron en una estrategia que se encuentra en algunas aves y en algunos otros mamíferos, que es quedarse después del apareamiento para ayudar a criar a sus propias crías. Este método de ver que su ADN pasa a la siguiente generación contrasta fuertemente con simplemente aparearse tan a menudo como sea posible con tantas hembras como sea posible y no quedarse después. Los machos que utilizan esta estrategia protegen y apoyan a su familia, la madre y los hijos, y lo hacen de varias maneras, dependiendo de la especie. Así que los hombres AS, por el solo hecho de ser hombres, son protectores y apoyan a los suyos.

Pero la investigación muestra que los individuos sensibles se protegen y se apoyan a sí mismos y a los demás de manera diferente. Las aves que son altamente sensibles no son agresivas, por lo tanto, algunos investigadores (Korte, Koolhaus y compañía si quieres buscarlo) llaman «palomas» a los ejemplares de una especie que son así, lo que a mí no me parece un término acertado. Creo que un término mejor sería «estratégico». Pero para poder compartir el resultado de este estudio, tenemos que seguir con su término.

Tenga en cuenta que estos investigadores están hablando de diferencias en ejemplares dentro de la misma especie, en este caso el carbonero común (parus major). Al otro tipo de carbonero le llamaban «halcón». Los carboneros que son del tipo paloma no son agresivas, obviamente, y exploran su entorno cuidadosamente. Los carboneros que son de tipo halcón luchan mucho y no se molestan en explorar.

Cuando hay comida suficiente, los del tipo paloma dejan que los del tipo halcón coman donde quieran y mientras que ellos forrajean en lugares menos obvios. Cuando no hay suficiente comida, ¡los del tipo paloma saben dónde está la comida! Los del tipo halcón, que no se han molestado en mirar a su alrededor, no encuentran fácilmente nuevas fuentes de alimento. Esta es una estrategia brillante, incluso si no lo hacen de manera consciente.

Creo que en los seres humanos este tipo de estrategias sí están planificadas, aunque tienen una base evolutiva. Los varones AS, como tipos de palomas o, mejor, tipos estratégicos, planifican su propia supervivencia y la de su familia. No quieren tener que pelearse por los recursos cuando las cosas se ponen apretadas, ya sea en el mercado de valores o en la tienda de comestibles. Se ocupan, si pueden, de que tengan lo que puedan necesitar. Puede tratarse de ganar suficiente dinero e invertirlo sabiamente, vivir en el lugar correcto, evitar problemas con la descendencia o evitar amenazas para la salud. (Estoy bastante seguro de que los hombres AS estuvieron entre los primeros, en promedio, en vacunarse contra el Covid-19 y, por tener cuidado, fueron hospitalizados con menos frecuencia).

Pero, ¿cómo logran los animales de tipo paloma de una especie atraer al otro sexo y aparearse con ellos sin luchar por ellos? Volvamos al Lobo Negro de Yellowstone (En Internet puede encontrar una película sobre él), que era tan inusual en su comportamiento que su ADN era atesorado por genetistas que querían estudiarlo. Era famoso por evitar la confrontación, sin embargo, como su apodo «Casanova» sugiere, se apareaba a menudo, simplemente esperando a que los machos alfa estuvieran ausentes el tiempo suficiente para embarazar a las hembras aparentemente dispuestas. Lo que intrigaba a todos era su sentido estratégico en todos los asuntos, incluida su increíble visión, que, cuando era perseguido por machos alfa enojados, cruzaba un camino pavimentado del que sabía que los otros lobos no cruzarían, y encima con muchos turistas observándole desde sus automóviles. Qué campeón. Supongo que los hombres con alta sensibilidad saben divertirse más, así como que tienen más encanto y disponen de habilidades estratégicas. Por cierto, este lobo vivió para ser muy viejo, muriendo finalmente en una pelea con otros machos. Cuida de tu espalda.

Conclusión: ¡atención, os presento otro acrónimo!

Este es para la PAS masculino:

S (strategy) para ‘estratégico´ o para el procesamiento estratégico en acción, ya que los machos deben actuar y deben vigilar a los otros machos, especialmente a aquellos que son más agresivos.

T (testosterone) para testosterona; uno no puede explicar cómo es una PAS varón pensando que es más «femenino.»

Y (yielding) para el rendimiento sabio: vivir para luchar (mejor) otro día y de otra manera, y rendimiento en el sentido de las inversiones de «alto rendimiento». (No querer entrar en la lucha tradicional puede ser malinterpretado como debilidad, pero no lo es en absoluto, ya que cuando en las artes marciales, especialmente el judo, usas el ataque del otro para derrotarle casi sin esfuerzo mientras preservas tu propia energía mental y física).

L (leadership) para el liderazgo, ya sea entre las personas (véase el artículo de John Hughes sobre ‘Por qué los HSP hacen mejores líderes’) o convirtiéndose en líderes en sus campos, en las artes, la ciencia, los negocios, el atletismo o cualquier otro campo en que se vayan metiendo, utilizando su ESTILO único.

E (empathy) para la Empatía, que se puede utilizar en relaciones cercanas y en el liderazgo, pero también en conocer, con fines estratégicos, lo que otros están buscando, a veces incluso antes de que ellos lo sepan.

P.S. HSM como sobreviviente designado

No es ningún secreto que me gusta Star Trek, todas las entregas excepto el primero que es sexista, pero no es que me guste por el aspecto de la ciencia ficción. Lo que me gusta es que todos los personajes principales son buenas personas– heroicas, amables, etc. Solo veo la televisión mientras hago mis ejercicios de fitness cada dos días, pero después de ver Star Trek durante tantos años que ya sé de sobra lo que sucede en cada episodio, necesitaba una alternativa. Netflix amablemente me mostró otras cosas que me podrían gustar, así, haciendo caso a sus sugerencias probé Designated Survivor. Me enganché al instante. Es un thriller implacable, que normalmente nunca vería y NO recomiendo a otras PAS HSP. Entonces, ¿por qué lo he mirado?

El programa trata sobre la política estadounidense: ese tipo tranquilo, que nunca en su vida se interesó por el poder o la fama, se convierte en presidente después de que TODOS del gobierno (incluso los de la Corte Suprema) mueren en un gran bombardeo durante el State of the Unión address – el discurso que el presidente de Estados Unidos dirige cada mes de enero al Congreso y al pueblo estadounidense. (¿Es esta la fantasía política secreta de todos? ¿Que empecemos de cero con una buena persona como Presidente?) No lo sabía, pero en Estados Unidos siempre hay una persona, un miembro del gabinete, que no viene al discurso del State of the Union, sino que se encuentra escondido en un lugar seguro por si pasara alguna tragedia, algo muy poco probable. Esta persona se convierte en Presidente si todos los demás perdiesen la vida.

Resulta que este «sobreviviente designado» (Kirkman, léase ‘hombre de la iglesia’) y muchos de los que lo rodean, inspirados por él, son indefectiblemente buenos y sabios, en cada situación, al igual que los equipos de Enterprise. Estaba enganchada, a pesar de que con cada episodio acabo sobreestimulada. Nunca lo veo por la noche, ¡pero mis ejercicios cada vez ocupan más tiempo! En Star Trek, el gran tema o problema que genera miedo y tensión, siempre se resuelve después de uno, tal vez dos episodios. En la segunda serie, las cosas de miedo no se resuelven y se van llevando al siguiente episodio, y se van acumulando. No es buena idea mirarla por la noche antes de dormir.

¡Finalmente no aguanté más y tuve que saltarme unas cuantas entregas  para ver si todas las buenas personas que corrían peligro todavía siguen en episodios posteriores! (Admito que hago lo mismo con cada novela cuando se hace muy tensa: leo el último capítulo. Sé que los autores deciden como acaban sus historias, y me niego a ser torturada por un autor que me haga sufrir hasta al final.)

Hoy lo entendí: soy adicta a esta serie porque resulta que este hombre que se ha convertido en el nuevo presidente, ¡es un hombre con alta sensibilidad! Y me da igual si el realizador de la serie lo sepa o no. El episodio que acabo de ver lo confirmó. En la entrega se puede ver como su esposa estaba teniendo un flashback sobre cómo él aceptó el humilde puesto del gabinete de Vivienda y Asuntos Urbanos. No era algo que quería. Era feliz siendo un simple arquitecto que planeaba viviendas asequibles. Al final sólo aceptó este puesto porque lo veía como una oportunidad para poder estar al servicio de más personas. En este episodio también vemos rabia hacia alguien en que había confiado y que resulta ser un conspirador en el bombardeo y un traidor total que le ha mentido constantemente. Kirkman dice que por primera vez en su vida siente unas ganas terribles de golpear a alguien. De hecho, le gustaría matar a este tipo, de lo que se sorprendió. Le confesó a su guarda del Servicio Secreto que nunca ha pegado a nadie, nunca en su vida. ¡Como niño de la escuela siempre fue el pacificador!

No sé si os quiero recomendar esta serie, pero háganos saber si tiene alguna manera de contactar con el productor, David Guggenheim, o con los actores (especialmente con el protagonista, Keifer Sutherland, hijo de uno de mis actores favoritos Donald Sutherland, como en ‘Gente Corriente’ (Ordinary People) y ‘Una árida estación blanca’ (A Dry White Season). Aquí estoy haciendo publicidad para su serie. Al menos deberían estar dispuestos a hablar conmigo.

imagen: Monika Kozub on unsplash.

Traducción de la publicación: FAQ: How does sensitivity differ from Autistic spectrum disorders (Asperger’s Syndrome, etc.)? Traducción autorizada por la Dra Elaine Aron a la APASE.

  • Autoría de esa publicación: Elaine Aron, Ph.D.,
  • Fecha de la publicación: sin fecha
  • Sitio web de la publicación (acceso libre): The Highly Sensitive Person, de Elaine Aron, apartado de preguntas frecuentes (FAQ).
  • Traducido del inglés por Karina Zegers de Beijl (marzo de 2021)

Muchos padres preocupados me han preguntado si su hijo aparentemente altamente sensible (PAS) en realidad podría ser autista o tener el síndrome de Asperger. A veces un maestro o un médico se les habían sugerido. A otros se les ha dicho que todo el rasgo de alta sensibilidad es sólo una forma leve de uno de estos trastornos, y sería el extremo del mayor funcionamiento del «espectro autista» (tener un TEA en su forma más leve).

Este artículo no está pensado para proporcionarle todos los detalles de los trastornos del espectro autista.

 

¿Cómo se confunde la AS con estos trastornos?

No sé qué pasa en la consulta del médico o del terapeuta, pero sí sé que muchos profesionales han visto o siguen viendo la AS como un simple trastorno de categoría leve del espectro autista. Para algunos simplemente es la misma cosa. Esto se debe principalmente a que tanto las PAS como los que tienen el trastorno son afectados por la sobreestimulación. Además, ambos pueden presentar ese comportamiento de retirarse de las actividades sociales y de permanecer en sus habitaciones detrás de su ordenador, viendo películas, etc.

En cuanto a la sobreestimulación en el espectro autista, en el DSM-5 se reconocen dos nuevos criterios (que están bajo B): Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Existen en total cuatro criterios, pero esos podrían ser confusos, especialmente el tercero y el cuarto:

  1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos (p. ej., estereotipias motoras simples, alineación de los juguetes o cambio de lugar de los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas).
  2. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal (p. ej., gran angustia frente a cambios pequeños, dificultades con las transiciones, patrones de pensamiento rígidos, rituales de saludo, necesidad de tomar el mismo camino o de comer los mismos alimentos cada día).
  3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés (p. ej., fuerte apego o preocupación por objetos inusuales, intereses excesivamente circunscritos o perseverantes).
  4. Hiper- o hiporeactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno (p. ej., indiferencia aparente al dolor/temperatura, respuesta adversa a sonidos o texturas específicos, olfateo o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por las luces o el movimiento).

Así que aquellos en el espectro autista tienen hiper reactividad, pero también hipo reactividad en otros momentos o en otras situaciones. Esto se debe a problemas en el procesamiento adecuado de la información social y de otro tipo. No lo resuelven, así que todo está ahí, todo el tiempo, o bien queda totalmente excluido. Por el contrario, las PAS adultos  y los niños con AS procesan la información con mucho cuidado. Podemos sobreestimularnos si hay demasiado estímulo durante demasiado tiempo, pero no nos fijamos de una manera extrema y tampoco nos cuesta cambiar a otros estímulos de acuerdo con las necesidades del momento. Sobre todo, podemos leer y interpretar las señales sociales, al no ser que estemos sobreactivados por un exceso de estímulos. A continuación veréis los primeros criterios del DSM V, que no han cambiado mucho o en absoluto en su última descripción.

  1. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos, manifestado por lo siguiente, actualmente o por los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos pero no exhaustivos):
    1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional varían, por ejemplo, desde un acercamiento social anormal y fracaso de la conversación normal en ambos sentidos pasando por la disminución en intereses, emociones o afectos compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales.
    2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social, varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y no verbal poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta una falta total de expresión facial y de comunicación no verbal.
    3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones, varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el comportamiento en diversos contextos sociales pasando por dificultades para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia de interés por otras personas.

¿Puedes decir eso más simplemente?

Por supuesto. A veces, no siempre, los niños con TEA muestran una sensibilidad aguda al ruido, al tacto u otras modalidades sensoriales. Otros, por lo contrario, son insensibles a lo que la mayoría de la gente encontraría molesto, incluso para el dolor grave. A veces la alta sensibilidad y los TEA se confunden porque el niño con un TEA puede tener poca o ninguna capacidad para regular las emociones, y los niños con alta sensibilidad también son más emocionales que otros niños. Pero con los TEA, estos comportamientos se deben a un procesamiento incorrecto de la estimulación perceptiva  todo el tiempo y siempre, no solamente cuando se sobreestimulados, como es el caso de las PAS.

Para un buen entendimiento de TEA desde adentro te puede interesar “El curioso incidente del perro a media noche” una novela de Mark Haddon, quien trabaja con niños autistas. Escribe la historia desde el punto de vista de un niño autista. Entre otras cosas, este niño es intensamente, miserablemente sensible, pero de una manera muy diferente a como las PAS se describen a sí mismas. Recuerde, las PAS procesan la información más a fondo y, por lo tanto, obtienen más significado de sus observaciones. Nuestros estados de sobreestimulación surgen al tener demasiada información para procesar a la vez. Aquellos con un TEA siempre están procesando las cosas no esenciales y siempre experimentan caos a menos que sean capaces de alejarse del mundo por completo.

En resumen, es más fácil entender la sensibilidad de los TEA teniendo en cuenta dos diferencias. En primer lugar, la percepción social: las PAS son generalmente más hábiles para percibir lo que está pasando en una situación social, incluso cuando no están participando activamente en ella. En segundo lugar, las PAS tienen una imaginación intensa y se  interesan por múltiples temas, en lugar limitarse a preocupaciones e interesas limitadas.

¿Qué pasa si el niño es TEA y no AS?

Tener claro esto en los niños es especialmente importante, ya que cuanto antes comience el tratamiento, mejor será el resultado. Un asombroso 3,4 niños de cada 1.000 tienen un TEA. Hay que tener en cuenta que existe más conocimiento e investigación sobre el TEA y por lo tanto se diagnostica con más facilidad. Sabemos que estos trastornos a menudo tienen una base genética: los investigadores han encontrado una serie de genes diferentes que pueden producir TEA. Por ejemplo, la mayoría de ellos, aunque no todos, conllevan un mayor riesgo para niños que para las niñas. Además de los genes heredados, los TEA también pueden ser causado por una mutación genética. (Existe la sospecha de que el aumento de los TEA podría ser causado por uno o más de los millones de sustancias químicas que todos estamos ingiriendo en la actualidad.) La variedad de vías genéticas explica la amplia gama de comportamientos observados con estos trastornos (fijaciones extrañas, una memoria asombrosa para los detalles, etc.), pero en todos los casos el cerebro es desviado de su desarrollo normal porque el cerebro del niño en crecimiento está haciendo mal uso de la información sensorial que está recibiendo y que necesita para su desarrollo normal.

La tendencia de ser muy sensible a los estímulos y ser fácilmente sobreestimulado puede engañar. Tengo dos sobrinos con TEA, uno es el nieto de mi hermana y el otro es el nieto de mi hermano. Cuando los vi por primera vez cuando eran pequeños, cuando estaban de visita como parte de un viaje más largo, asumí que eran niños con alta sensibilidad  que estaban sobreestimulados por los viajes. Claramente no soy un experto en hacer el diagnóstico, aunque me gusta pensar que ahora podría hacerlo mejor, después de haberlos visto en acción. Pero nadie que ame a un niño o a sus padres querría pensar en autismo, ni siquiera cuando el niño en cuestión come solamente tres tipos de comida o cuando está feliz durante veinte minutos simplemente viendo girar una rueda de bicicleta.

Tampoco queremos que pase lo opuesto, que los niños sensibles sean mal diagnosticados porque socialmente, o en situaciones nuevas o en el cole mismo no son muy participativos.

 

¿Cómo averiguarlo con seguridad?

Un padre con la más mínima sospecha de que algo en el comportamiento de su hijo es extraño, debe buscar una evaluación profesional que involucre a varios especialistas (pediatra, logopeda, psicólogo, etc.) que hacen observaciones en casa y en la escuela, así como en su consulta. Pero asegúrese de que al menos uno de estos especialistas tenga suficiente experiencia en distinguir entre un temperamento normal pero no tan común por un lado y un trastorno por otro, lo que significa que él o ella debe ser un experto en niños en general, no sólo en aquellos con TEA. Y no se olvide en mencionar si el comportamiento extraño es peor cuando su hijo está cansado o ha estado en un ambiente de sobreestimulación, o cuando hay estrés o tensión en casa, o cuando la familia está viviendo algunos cambios importantes, todos ellos factores que podrían causar ansiedad en una PAS, y todas circunstancias que no afectarían –o mucho menos- a niños que no comparten el rasgo. Especialmente conviene mencionar si usted está teniendo problemas conyugales o si usted mismo encaja en algún diagnóstico de la DSM, incluyendo el abuso de sustancias. Las PAS se ven muy afectadas por este tipo de cosas, de modo que, una vez más, podrían explicar un cambio en el funcionamiento social sin tener un TEA.

En algunos casos, está claro si se trata de alta sensibilidad o de TEA porque los signos ya estaban presentes desde el nacimiento. En otros casos, se ve una manifestación repentina de un TEA, alrededor del primer o el segundo año. Repentino o no, los TEA generalmente se vuelven obvios para otros cuando el niño tiene alrededor de 18 meses a 2 años. En el caso de que hay un problema real es esencial que el tratamiento comience temprano. Así que empiece a hacer preguntas tan pronto como comiences a sospechar que algo podría estar mal, si el habla se retrasa, por ejemplo, o si tu hijo se comporta de manera muy extraña. No estés en negación o pienses que esto es simplemente un tema de alta sensibilidad. Investiga.

Adultos con trastornos del espectro autista

Detectar el rasgo o el trastorno en adultos puede ser especialmente difícil, ya que los adultos con TEA pueden funcionar muy bien. Cuando, hace tiempo, hice una excursión de una semana con un grupo de mochileros, conocí a un hombre con Aspergers (nos habló de esto al final del viaje), pero en su momento me costó más de un día para darme cuenta de que había algo diferente en él. Recuerdo muy claramente a su hijo (sin trastorno) de diez años (habían sido enviados para tener una experiencia de conexión masculina) que estaba sufriendo mucho por tener que llevar su mochila que era demasiado pesado para él. Su padre le dijo que era porque se había llevado demasiadas cosas. Esto fue sin duda el caso, pero el papá no mostró simpatía ni siquiera preocupación. No aprovechaba la ocasión para enseñarle algo su hijo, algo que hubiera implicado algunas negociaciones socio-emocionales complejas. El hombre simplemente no tenía ni idea de cómo resolver este asunto, aparte de asegurarse que, la próxima vez, su hijo se haría la mochila más ligera.

Algo claramente tenía que hacerse, así que mi marido se encargó de llevarse la mochila del niño en las subidas más empinadas. El padre no expresó sorpresa ni gratitud. Era un hombre muy agradable, un enfermero de profesión y se mostró un buen profesional cuando me lesioné durante el viaje. Era entonces que empecé a preguntarme si realmente era una PAS. Pero cuando nos dijo al final que era Asperger, vi la diferencia porque podía hablar fácilmente y sin apego emocional sobre su problema, y sobre el hecho de que su matrimonio había terminado porque su esposa no podía soportar su falta de empatía emocional. Con esa información ya era imposible confundir su forma de ser con la Alta Sensibilidad, excepto tal vez por su aguda conciencia de que era diferente, algo que le producía mucha tristeza. Era capaz de experimentar sus propias emociones, pero no era capaz de leer los señales emocionales de los demás.

 

El varón antisocial: sensibilidad o síndrome de Asperger

Incluso los profesionales conocedores del autismo pueden tener problemas a la hora de distinguir la alta sensibilidad de las características del TEA porque ambos pueden conducir al aislamiento social o a habilidades sociales poco desarrolladas. Una vez más: hasta ahora, mirando cerebros y/o genes, no disponemos de un método fiable para un diagnóstico que no deja lugar de dudas, por lo que no nos queda otra que la mirar ‘por debajo’ de estos comportamientos — sea el aislamiento social o sea la falta de habilidades sociales — para encontrar el motivo subyacente. Los hombres con cualquiera de los dos problemas pueden haberse escondido, como niños, en sus habitaciones para trabajar con computadoras, leer o ver la televisión. Como adolescentes, es posible que no hayan salido debido al temor de ser rechazado por ser percibido como un friki o por parecer menos ‘macho’ que los chicos que reciben más atención. Entonces pueden haber elegido carreras como la ingeniería o la contabilidad en las que se puede evitar las molestias de socializar. Pero una vez más, aquellos con Asperger carecen de habilidades sociales por el motivo de que son incapaces de percibir lo que está pasando dentro del tejido social (sutilezas)  y es un problema que les acompañará toda la vida.

En cuanto a los varones con alta sensibilidad, vemos que pueden experimentar los mismos problemas, pero en este caso es por otras razones. En primer lugar puede ser porque el hombre con AS no se ajusta a los estereotipos masculinos de nuestra cultura. Otro motivo puede ser que, como PAS, se siente más afectado que otros (no-PAS) hubieron sido por traumas sociales como el rechazo o la traición. Otra razón es que quiere evitar ese exceso de estimulación emocional que conllevan para él los encuentros con extraños o tener que actuar en grupos simplemente porque ha aprendido que en estas situaciones se vuelve demasiado sobreestimulado para poder funcionar bien. Así que este tipo de hombre se suele centrar en lo que sabe hacer mejor (por lo que a menudo se les paga bien, también).

Cualquiera que sea el motivo que lleva al aislamiento social, a menudo vemos que sus familias buscan encontrar alguna explicación por este comportamiento, una explicación en un lenguaje simple y científico que pueden entender. ¿Por qué siempre se retiraba a su habitación cuando era niño? ¿Por qué aún no está casado? Todo el mundo puede sentirse aliviado al encontrar una explicación biológica, especialmente en el caso de un TEA, porque absuelve a los padres de cualquier culpa. Lamentablemente, este diagnóstico también reduce la esperanza para poder cambiar, para, con la práctica, poder desarrollar relaciones sociales más fuertes.

Repito, hay maneras para obtener más claridad en caso de duda. Piensa en un TEA si el problema ya estaba presente en la infancia, tanto en casa como en la guardería o en el cole. ¿Los problemas sociales de ahora son debido a una incapacidad de reconocer ciertas pistas o señales emocionales en un contexto social, como, por ejemplo, dando una respuesta impersonal y fría donde otros mostrarían empatía? Por otro lado, puedes pensar en el rasgo de la alta sensibilidad si sólo las otras personas presentes están mostrando preocupación, o si hay una explicación razonable detrás del comportamiento: el deseo de reducir la estimulación, una historia de traumas sociales o un deseo de evitar que tener que trabajar o vivir en entornos que requieren un comportamiento bullicioso o altamente competitivo, como sería en la mayor parte de nuestra cultura. Recuerde que es posible que sea ni TEA ni altamente sensible en el caso de que el hombre no es participativo debido a heridas graves vivido en el pasado, heridas tipo rechazos sociales. En todos estos casos, excepto en el caso del TEA, el hombre podría tener las habilidades sociales oxidadas, lo que conduce a una mayor ansiedad social, y luego yendo a más hasta a una pérdida progresiva de la autoconfianza en situaciones sociales en las que la participación sería cada vez menos, y todo esto mientras la persona es plenamente consciente de las señales sociales. En todo caso, podemos decir que justamente estos hombres perciben demasiados detalles. La investigación ha encontrado que las personas tímidas generalmente saben muy bien lo que está pasando en el contexto social y cómo comportarse en una determinada situación social — viendo videos saben decir perfectamente que está pasando, pueden identificar cada situación y/o sugerir un comportamiento social adecuado — pero en las situaciones reales presentan un comportamiento poco participativo debido a su baja autoestima.

Por otro lado, vemos que hay adultos que creen ser altamente sensibles cuando en realidad tienen un TEA. Quieren encontrar una explicación normal para algo que no lo es tanto. Una vez más, no hay análisis de sangre u otra forma fidedigna para diagnosticar un TEA, así que si no estás seguro, lee todo lo que puedas sobre estos temas y luego intenta decidir por ti mismo (eres la persona que probablemente mejor te conoce). Presta especial atención a cómo los demás te recuerdan en la infancia. Si aún no estás seguro, obtenga una evaluación profesional de alguien que considerará todas las posibilidades. Si una persona dice que tienes Asperger, obtén una segunda y una tercera opinión. Quieres la verdad. No tengas miedo: hay ayuda para adultos con TEA. Pero ninguno de nosotros puede empezar a cambiar hasta que sepamos en que nos tenemos que basar.

Lo dije en mi libro  “Psicoterapia y la Persona Altamente Sensible” (Psychotherapy and the highly sensitive person):

El error [verlos como estando en el espectro autista] generalmente se comete con hombres sensibles (ya que estos trastornos aparecen más a menudo en los hombres), que son especialmente propensos a retirarse emocionalmente debido a no encajar los estereotipos masculinos de nuestra cultura. Todavía necesitan demostrar su valía de alguna manera, manteniendo contactos sociales y ganarse el propio sustento, por lo que a menudo buscan profesiones no sociales, como ciertos tipos de ingeniería y de innovación tecnológica, donde pueden satisfacer estas necesidades y, al mismo tiempo, evitar encuentros excesivamente emocionales. Cuando el hombre o los miembros de su familia buscan una explicación sin carga de culpabilidad de por qué siempre se retiró a su habitación cuando era niño y todavía no se ha casado, pueden encontrarla en una explicación biológica que involucre el «extremo bajo del espectro autista» (autismo extremamente ligero).

Por otro lado, los hombres con trastorno de Asperger no diagnosticado bien podrían venir a terapia pensando o habiendo sido informados de que son altamente sensibles como una explicación de por qué sienten que no encajan. Puedes hacer el diagnóstico diferencial observando de cerca la empatía social real que demuestra el paciente hacia el terapeuta (después de unas cuantas sesiones cuando ambos ya se conocen mejor) y por cómo describen sus relaciones con los demás. En la historia del paciente, la pregunta sería si su baja participación social es el resultado de problemas con la interpretación de las señales socioemocionales ( comentadas por ellos mismos o por otros), o si es debido al miedo al rechazo. Un estudio (Cartwright-Hatton, Hodges, & Porter, 2003) encontró que incluso los niños tímidos generalmente saben bien cómo comportarse en una situación social (viendo un video pueden identificar o sugerir un buen comportamiento social), pero tienen un comportamiento poco sociable debido a la baja autoestima. .

Imagen: Nathália Rosa

Os presentamos esta traducción de la parte principal del Newsletter de la dra. Elaine, un fragmento de un nuevo libro que salió al mercado. Es un libro especialmente interesante para varones con el rasgo de la alta sensibilidad. Por el momento este libro no está traducido al castellano, pero viene especialmente recomendado para aquellos varones que manejan el inglés. Os acordamos del hecho del que el año 2020 fue denominado ‘el año de hombre altamente sensible’, celebrado con varios eventos presenciales (a pesar del Covid) y con videos, como el reportaje de Will Harper sobre el congreso para hombres AS. 

La APASE agradece a Nicolás López la traducción del siguiente fragmento:

Fragmento de Confesiones de un hombre altamente sensible, de Bill Allen. Capítulo 3: Ser diferente al crecer

15 de octubre de 2020, Por Elaine

 

Autor: Bill Allen

 

Callado y solitario

Yo era un niño tímido e introvertido. Uno de mis primeros recuerdos es de cuando tenía unos cuatro años. Mis padres habían cambiado de iglesia y puedo recordar claramente el primer domingo que fuimos a la nueva parroquia. Me llevaron a una sala bastante grande y dividida en zonas. Mi madre y mi padre sabían que yo no iba a entrar sin más en ese extraño lugar. Tan pronto vi que me iban a dejar con absolutos extraños me eché a llorar. Recuerdo que gritaba y pataleaba. Me sentí abandonado cuando vi a mis padres salir de la sala y desaparecer por el vestíbulo.

En algún momento me calmé. A decir verdad los profesores de la escuela dominical eran buena gente, pero no me sentía a gusto. Sé que no quería estar allí. Habrá quienes digan que fue una buena lección para mí. Tenía que dejar que mis padres se fuesen a hacer actividades de mayores, como ir a la clase de la escuela dominical para adultos, pero no estaba acostumbrado a estar fuera de mi elemento. Fue un proceso que experimenté una y otra vez los primeros diez años de mi vida.

 

Mi habitación y mis libros, una solución para el cambiante mundo exterior

Nos mudamos varias veces en mis años jóvenes. Probablemente no tanto como una familia militar, pero para mí fue suficiente. Trasladarnos fue duro; básicamente significaba que tenía que volver a empezar una vez más. No solo hacer nuevos amigos sino redescubrir mis nuevos puntos de referencia, encontrar la nueva zona de confort. No fue ese un proceso fácil para mí: yo estaba muy sensibilizado con mi entorno. Para sentirme cómodo tenía que saber quiénes eran amigos, quiénes enemigos y a quiénes tenía que vigilar. A los nueve años ya me había mudado cuatro veces, cada una de ellas tan difícil como la anterior. Cambié de escuela cuatro veces antes del cuarto curso, en algunos casos saltando de un Estado a otro distinto. Desde luego que en los años sesenta casi nunca hubo continuidad en los sistemas educativos. Me encontraba en el sur, pasando en un momento de un Estado último en educación a otro apenas dos niveles por encima…

Nunca me consideré un estudioso. No me interesaba leer historias de misterio de los Hardy Boys o libros para lectores de ficción para jóvenes; era entusiasta de una información más práctica. En 1964 mis padres invirtieron en una colección de la World Book Encyclopedia que para mí fue un regalo increíble: tenía ilustraciones y gráficos, listas y artículos que nunca antes había visto. La devoré de principio a fin, libro a libro, de la A a la Z. Pasé horas con cada uno de sus volúmenes leyendo de todo, en todas partes, aprendiendo cosas de las que nunca había oído hablar en la escuela. Era la versión 0.1 de internet y me encantó. Fue entonces, a esa tierna edad, cuando me convertí en un friki de la información…

Mi habitación era mi castillo, mi refugio, mi santuario. Pasé muchas horas jugando con soldados de juguete, soldados de plástico baratos de las tiendas K-Mart. No jugué con ellos como un chico normal, qué va; creé escenas de una película con diálogo y acción, y al final ninguno moría. No disparé a mis soldados con pistolas de balines, ni les tiré piedras para derribarlos. Ninguno saltó por los aires nunca, pero en mi cabeza había una seria orquestación de esos actores de plástico en un escenario de montañas formadas con literas, campos de batalla hechos con alfombras, búnkeres detrás de mesas o sillas, y lagos y ríos hechos con tapetes. A veces tardaba horas en preparar el escenario, los largos convoyes de tropas, tanques y jeeps. Todo eso estaba en mi cabeza. Había un rico mundo de posibilidades en mi mente.

 

Cómo evitar la humillación: convertirme en un impostor

A medida que fui creciendo, cerca ya del quinto o sexto curso, descubrí con qué facilidad me sentía avergonzado. Para mi desgracia, los chicos de clase también se dieron cuenta. Podían hacer que me pusiera rojo como un tomate con tan solo dirigir hacia mí un poco de atención no deseada. Algún chico se tiraba un pedo y después me señalaba, reprendiéndome por la grosera falta de educación. No había sido yo, pero al sentir vergüenza me ponía colorado. A la edad de once años, sonrojarse equivale a reconocer la culpa.

Desarrollé un patrón de conductas de evitación. Según me iba haciendo mayor evité las interacciones sociales, las fiestas de cumpleaños mixtas, las fiestas con piscina, las ocasiones de sentir mucha vergüenza o, tal como yo lo percibía, la humillación. Me vi evitando toda oportunidad de estar en público entre compañeros o adultos o, para ser sincero, de estar con cualquier persona. Rehuí la Little League porque cada partido era un lugar de reunión para padres y espectadores fanáticos que se retaban y que siempre se hacían de un equipo. Yo no era muy bueno jugando al béisbol, así que había muchas posibilidades de que fuera humillado.

Suena exagerado, pero para mí la humillación era algo que debía evitar a toda costa. El ego de mi débil jovenzuelo no estaba hecho para manejar la avalancha de críticas o burlas que conllevaba el meter la pata. Fue triste que mis ideas sobre mí y mi autoimagen dependieran tanto de mi mundo interior. Nunca hubo una confirmación externa porque el único lugar al que podía llegar era el mundo exterior. Y desgraciadamente no hubo nadie que me empujara con amabilidad a tantear el terreno. Eso hizo que se consolidara de por vida un hábito de evitación que estoy aprendiendo a superar.

Desde los líderes de los Boy Scout hasta los sacerdotes o entrenadores, pasando por cualquier miembro varón adulto de la familia, fui socializado para aceptar la norma dominante para el rol de comportamiento masculino, que en pocas palabras es ser un hombre de los años 60, definición de la II Guerra Mundial; amoldarse o ser rechazado. En esta elección binaria no había lugar para niños que no encajaran en ese modelo.

Sentí que vivía la vida de un impostor. Hubo mucha incongruencia entre quién era yo y lo que mostré al mundo.

 

Por otra parte…

Entre mis amigos, los chicos del vecindario, me sentía mucho más seguro. Esas interacciones fueron más de uno a uno y elegí cuidadosamente a mis amistades. Cuando mi familia se estableció en el vecindario de Carolina del Sur, donde me crié, logré un nuevo sentido de confianza en mí mismo. Descubrí que era un organizador y líder natural.

Nuestro barrio era de una apariencia casi sacada de The Little Rascals.[1] Organizamos partidos de béisbol, fútbol y baloncesto con otros barrios. Me vi siendo el que todos buscaban para saber qué estaba pasando. Construimos campamentos en el bosque, organizamos acampadas con los niños vecinos y en general pasamos veranos idílicos. Fui el que se encargaba de la organización y me gustó ese cometido.

En una ocasión decidí crear un boletín informativo del barrio y recibí una máquina de escribir para estudiantes con la que escribí historias. La madre de mi vecino de al lado era profesora de escuela e hizo copias deese boletín, para que pudiéramos distribuirlo.

 

 

Sí, en las circunstancias adecuadas y con un cierto nivel de comodidad yo podía llegar fácilmente a lo más alto. Era un chico simpático, inteligente y creía en el concepto de equipo, pero apreciaba a mis amigos como individuos. Me organizaba bien y era un buen planificador para el vecindario. Nunca fui consciente de que esas características eran talentos naturales; es solo que nunca recibí el feedback adecuado.

En las obras de teatro escolares siempre me elegían para ser el narrador, por lo general el primer muchacho en salir disfrazado, recitando nervioso mi parte, pero sin errores. Si el disfraz era ridículo yo era el primero en reír, lo cual por supuesto me resultaba embarazoso. Un año representamos una obra sobre George Washington y los padres fundadores de los Estados Unidos de América. Caminé frente al telón para empezar el espectáculo, con una rápida narración sobre el tema, luciendo una peluca hecha con bolas de algodón que cuando empezó la obra comenzó a desintegrarse. Era alto y delgado y debí de parecer ridículo, porque el público estalló en carcajadas cuando me acerqué al centro del escenario. Sin embargo me las arreglé para narrar mi texto y salir con la cara colorada pero aliviado. Se notaba mi buena memoria y mi escrupulosidad. Quizá era por eso por lo que cada año me tocaba hacer lo mismo.

Lo que aprendí fue lo que no aprendí. No aprendí a tener confianza en mí mismo ni en quien me estaba convirtiendo. Nunca aprendí a tratar con mis emociones intensas, a dejar que fluyeran sobre mí, a sumergirme y liberarlas, y no aferrarme a ellas. Luché internamente con aquellos sentimientos y nunca sentí la orientación de un hombre mayor y más sabio. No había nadie que me guiara a través del difícil proceso de expresar mis emociones, mis miedos y mis constantes preocupaciones sobre el mundo exterior…

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[1]The Little Rascals(los pequeños granujas) es una película estadounidense de 1994 sobre las aventuras de un grupo de niños de barrio. Es adaptación de la serie de cortometrajes Our Gang,de 1920, 1930 y 1940, serie que más tarde se transmitió en televisión como The Little Rascals. En Hispanoamérica ese film se tituló La pandilla: los pequeños traviesos o Los pequeños bribones; en España, Una pandilla de pillos). Fuente: Wikipedia. (N. del T.)

Blog invitado: «¿Es esto adecuado para mí?», autoría de Tom Falkenstein, psicoterapeuta y escritor, que reflexiona sobre la publicación de su libro «The Highly Sensitive Man»

22 de septiembre de 2020, por Elaine Aron

Autor: Tom Falkenstein

Durante una lluviosa tarde de la primavera de 2015, en Londres, decidí escribir un libro sobre hombres altamente sensibles. Aunque desde entonces solo han pasado poco más de cinco años, tengo la impresión de que era un tiempo completamente distinto: antes de Trump, del Brexit, del auge del populismo en la política por todo EE. UU. y Europa, y antes de la COVID-19.

En 2013 aprendí sobre el concepto de la alta sensibilidad y sobre la investigación que hay tras él y he sentido que, aunque la cuestión de la sensibilidad surgía a menudo en mis sesiones con mis clientes masculinos, no era en absoluto algo que se viera reflejado en las estanterías de las librerías: me afané para encontrar un solo libro que tratase sobre hombres y sensibilidad.

Pese a que Elaine Aron constatara que el género no tiene incidencia en la probabilidad de ser altamente sensible, casi todos los libros que pude encontrar sobre alta sensibilidad habían sido escritos por mujeres y orientados primera y principalmente a la lectora femenina (teniendo como muy indispensable excepción el último y maravilloso libro The Strong Sensitive Boy, de Ted Zeff). Así que decidí que ya era hora de que alguien escribiera la primera guía psicológica para hombres altamente sensibles.

Aunque está centrado en los hombres, es un libro que confío en que las lectoras femeninas también lo encuentren útil, y me alegro mucho cuando recibo correos de mujeres que lo han leído. La inclusión ha sido siempre muy importante para mí en cada área de mi vida y es algo que está también presente en mi escritura y en mis prácticas terapéuticas. En verdad lucho contra toda noción «nosotros contra ellos», cuando de género se trata. De modo que aunque es un libro que se centra en la masculinidad, en la sensibilidad y en los medios para la regulación emocional, es por supuesto también un libro para ti, no importa si te identificas como masculino, femenino, o de género no binario.

Tuve la gran suerte de encontrar pronto un editor aquí en Alemania dispuesto a publicar el libro, aunque algunos otros rechazaron mi propuesta aduciendo que los hombres no comprarían un libro sobre alta sensibilidad, suposición que–me alegra decirlo–resultó ser desacertada.

 

Lo que vino después fueron dos años de investigación, entrevistas y escritura, a la vez que trabajar como psicoterapeuta en Londres y Berlín, antes de que el libro se publicara por primera vez en Alemania, en 2017. Luego siguieron las traducciones al sueco, neerlandés e inglés y, aunque no ha sido El Código Da Vinci, las cifras de ventas han superado mis expectativas y las del editor. No digo esto para darme una palmadita en la espalda sino confiando en que en el futuro sean más los editores que se arriesguen con libros que podría parecer que van contra los estereotipos de género y el pensamiento normativo. Necesitamos con urgencia más libros que aborden la identidad de los varones y la masculinidad.

 

El problema de la promoción

En lo que no pensé cuando elegí presentar The Highly Sensitive Man fue que una vez el libro estuviera terminado habría que promocionarlo. Y es ahí donde las cosas se volvieron más difíciles para mí. Al ser introvertido y altamente sensible, la investigación y la escritura fueron una parte muy agradable y relativamente fácil para mí, en el conjunto del proceso. Siempre me ha gustado escribir, incluso cuando era niño. Recuerdo estar tan absorto escribiendo The Highly Sensitive Man que en una ocasión de repente me di cuenta de que llevaba tres días sin salir de casa. Pero cuando el libro se publicó por primera vez en Alemania y mi editor me sugirió hacer algunas lecturas y entrevistas con periodistas, no me pude imaginar nada peor. En cierto modo yo había creído ingenuamente que mi trabajo como escritor ya había terminado con la entrega del manuscrito final.

En mi opinión, ser un tanto reservado es útil en mi trabajo como psicoterapeuta, y es algo que me resulta fácil porque soy una persona «reservada», pero no «hermética». La idea de atraer la atención del público no es algo que me parezca especialmente tentador porque estoy bastante satisfecho con el grado de atención que me dan mis seres queridos. Al haber asistido a muchas lecturas de libros a lo largo de los años, y habiendo pasado un tiempo considerable en compañía de otros escritores, sé que para aquellos que son introvertidos, de temperamento altamente sensible y a veces tímidos, esta vertiente tan pública de su trabajo es a menudo muy difícil y puede incluso situarles en desventaja en sus carreras. ¿Por qué hoy día se espera de los escritores que también sean artistas? Sospecho que hay una razón por la que ellos eligieron con preferencia una profesión relativamente solitaria, y con frecuencia me siento frustrado por ellos.

Así pues, ¿Cómo lidié con las solicitudes de promoción? Muy sencillo: dije que no a todo, a lecturas, entrevistas e invitaciones para hablar en eventos. Simplemente no hice nada de eso. Aunque sabía que podía hacerlo (tengo alguna experiencia sobre hablar en público y he dirigido grupos terapéuticos durante varios años) y que me sentí halagado por el interés que despertó el libro, era consciente también de que me resultaría sobreestimulante y agotador.

 

Este conflicto interno fue como un dilema para mí. También a mí –otra vez ingenuamente o de forma idealista, según cómo se mire– me gustaba la idea de que el libro hablara por sí mismo, que poco a poco y con el paso del tiempo encontrará sus lectores, sin que yo estuviera dándole publicidad sin descanso, online o en eventos. Además este podría ser el único libro que yo escriba en mi vida, así que también quería disfrutar del proceso de ser un autor publicado, y no convertirlo en algo que me hiciera sentirlo como una obligación. Por lo general soy el tipo de persona a la que le gusta tener un reto y un objetivo en la vida, pero también me atrajo la idea de darme permiso para permanecer intencionadamente en mi zona de confort a la hora de publicar mi primer libro.

 

Tomando mis propios consejos sobre autocuidado

Después de unos seis meses diciendo no a todo, mi modo de verlo cambió. Por una parte, empecé a recibir algunos comentarios de hombres y mujeres lectoras que han leído el libro y les ha encantado. Además, tuvo buenas críticas y hubo editoriales extranjeras que empezaron a interesarse por los derechos de traducción. De repente me sentí casi como si el libro estuviera convirtiéndose en una persona y yo fuera su padre. Me di cuenta de que si yo no lo respaldaba y apoyaba su recorrido mundial nadie lo haría. También cambió mi perspectiva el haberme permitido a mí mismo sentir algo de orgullo por el logro de haber escrito y publicado un libro y empezar a tomar conciencia de lo importante que para algunas personas es lo que en él se trata. De pronto «quise» dejar mi zona de confort, al menos de forma intermitente.

En el libro escribo sobre la importancia del autocuidado, no solo para las PAS sino para todas las personas (una vez más, intentando evitar con cuidado el paradigma «nosotros contra ellos»), para poner límites firmes a los demás, para decir «no» más a menudo, para hacerse las preguntas importantes: ¿qué necesito? y ¿es esto adecuado para mí? En lugar de decir «no» sin más a todas las invitaciones que recibí, empecé a hacerme esas preguntas respecto a todo el proceso promocional.

¿Qué cambió en la práctica? Bueno, por ejemplo pedí a los periodistas que nos reuniéramos en lugares en los que yo me sentía a gusto y que no estuvieran demasiado concurridos. Como las videollamadas por Zoom, Facetime y Skype me producen sobreestimulación en seguida, me estresan y nunca me siento bien después de ellas, las sustituí por conversaciones telefónicas o entrevistas escritas vía correo electrónico. Me uní a las redes sociales poco convencido, pero decidí usar mi perfil en Instagram sobre todo para recomendar libros y contactar con los lectores. Cuando me invitaron a ir a Suecia para un viaje promocional, pregunté si podía elegir yo el hotel donde alojarme, uno donde ya había estado antes, que tenía un ambiente tranquilo y una estupenda y apropiada iluminación para las PAS. Y aún seguí diciendo «no» a muchos ofrecimientos, salvo que hubieraintuido que me resultarían placenteros o que pudieran resultar como un reto que me sintiera dispuesto a encarar.

Esos ejemplos podrían no parecerles importantes a algunas personas, o muy obvios a otras, pero los sentí como momentos importantes de crecimiento personal, y me aportaron un sentido de control sobre todo el proceso. En lugar de rechazar absolutamente todo encontré una solución adecuada para mí y mi temperamento.

 

Hallando tu propio equilibrio

Lo que quiero decir es que si eres altamente sensible y te ves también en una situación que no se adapta a tu temperamento, te preguntes qué necesitas y si la situación de veras es adecuada para ti. Si no lo es, quizá haya una manera de cambiar ciertos aspectos de ella paraque te resulte más agradable y menos agobiante.

Además, pregúntate si tal vez hay una parte de ti relativamente pequeña pero significativa que disfruta del desafío, que disfruta saliendo de tu zona de confort de vez en cuando. Si es así, genial: también podemos encontrar y honrar esa parte en nosotros. Si por el contrario no es así, no temas decir «no». Concédete permiso para hacerlo, nadie lo hará por ti. Parece muy obvio, y sin embargo se olvida con mucha facilidad.

 

 

Tom Falkenstein es psicoterapeuta y escritorque reside en Berlín. Su libro The Highly Sensitive Manya está a la venta.

 

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Con mucho gusto volveremos a compartir el último newsletter de la Dra. Elaine Aron, otra vez traducido del inglés por nuestro compañero Nicolás López Molina. ¡Gracias, Nicolás!

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  • Publicación (título):Coping with Uncertainty
  • Autora: Dra. Elaine Aron
  • Fecha de la publicación: 13 de julio de 2020
  • Sitio web de la publicación (acceso libre): The Highly Sensitive Person, de Elaine Aron (apartado concreto: blog, de Comfort Zone).

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Lidiando con la incertidumbre

13 de julio de 2020, Por Elaine

 

No hace falta que os diga a las PAS que ahora estamos sumidas en la duda personal y mundial, porque odiamos la incertidumbre.Siempre procesamos a fondo las decisiones (por ejemplo, la de luchar), y resulta especialmente duro cuando hay tantas incertidumbres y repercusiones futuras sobre las que podemos pensar detenidamente pero no podemos controlar.

En este momento casi todo requiere nuestra profundidad de procesamiento. ¿Cuánto riesgo asumir? ¿He de tomar parte en esta actividad, situación, negocio, encontrarme con un amigo o quedarme en casa? Y mi mascarilla, ¿es adecuada o necesito una mejor? ¿Cómo afectará esto a mi economía? ¿Qué debo hacer a ese respecto? ¿En qué información debo confiar? ¿Qué suplementos o alimentos debo tomar más ahora? ¿Debo evitar a los nietos, a los padres ancianos o a amigos que quieren quedar y dicen que no pasará nada?¿Debo hacerme ese examen médico que llevo tiempo demorando o hacer que revisen este problema de salud, o no? ¿Debo mandar a la escuela a mi hijo desesperadamente inquieto y deseoso de aprender y de amigos? ¿Cuándo habrá una vacuna y cuán fiable será? Y planeando sobre todo lo anterior: ¿hasta cuándo durará esto? ¿Me contagiaré yo o alguno de los míos? ¿Me dejará secuelas permanentes a mí o a mis seres queridos? ¿Moriremos yo o ellos por culpa del virus?

He escrito anteriormente sobre tomar decisiones cuando eres PAS, pero mucho de lo que he escrito no es aplicable aquí, cómo buscar de qué manera podría una volverse atrás en la decisión tomada si las cosas salen mal, o valorar que a largo plazo una decisión equivocada no resultará tan mala. Con la COVID-19 no puede una echarse atrás en la mayoría de las decisiones si resultan erróneas. Y huelga decir que una sola decisión errónea podría ser muy perjudicial. ¡Casi nada!

Así que ahí va el que reconozco es un consejo endeble: primero, observa este tsunami de incertidumbre como una oportunidad para desarrollar tu habilidad y tolerancia. Si las PAS luchamos contra la incertidumbre, le hacemos frente, nos volvemos expertas en sobreponernos a ella. Utiliza lo que sabes a partir de ahora, ponle algo de intuición sobre la situación y actúa.

Siguiente paso: escucha al viejo Buda. El cambio es la esencia de lo relativo. Todo lo que nos rodea es transitorio, como nosotros mismos. Si te aferras al presente o al pasado pre-COVID serás infeliz. Cuídate tanto como puedas, desde luego, pero sé también un Buda sobre ello.

Acepta que el cerebro humano también cambia, a diario; a veces ser como un buda es del todo imposible. Apegarte a tus mejores emociones, a tu yo feliz o tu ego sensato no funcionará. No importa cuánto intentes prepararte, no todos los días estarás en tu mejor momento. Eso no significa que no debas hacer todo lo que puedas para estar tranquilo: meditar, pasar tiempo al aire libre, evitar la sobreestimulación, descansar, buscar el contacto social y apoyo que necesites. Pero sobre todo recuerda que ningún sentimiento dura indefinidamente, así que sé paciente y amable contigo mismo cuando no puedas regular tus emociones.

Buda, Cristo, Lao-Tse, Rumi y muchos otros dijeron que la solución a la naturaleza cambiante de todo es abrirse a lo inmutable, lo cual está más allá de todos los nombres o descriptores, pero está oculto en todo, como la savia en los árboles, y con la enseñanza correcta fácilmente localizable dentro de ti también, como lo está por sí mismo tu subyacente e inmutable estado de conciencia. Tu experiencia del «reino de Dios está dentro de ti», si lo deseas.

Así pues define qué es inmutable para ti. (Sugerencia: ¡en última instancia se trata probablemente de una respuesta espiritual!) Permanece con tu invariabilidad tanto como puedas. Esto no ocurrirá siempre, pero hazlo sabiendo que está ahí y reencontrándote con ella cuando creas que de verdad te ayudará.

Por cierto, ¡estoy segura de que las PAS y nuestros seres cercanos representaremos un elevado número de quienes no contraen el virus! Venimos con instintos (piensa en ellos: D.O.E.S.) perfectamente diseñados para sobrevivir a este tipo de amenaza.

Queridas/os PAS,

Un saludo desde el monasterio. Tiempos tan extraños con lo que está pasando globalmente y tocando a todos los seres humanos.

Un tema menos pasajero (esperamos): te recomendamos el artículo de John Hughes, “Why Can’t I Just be Normal?” John tiene una empresa especializada en la selección de personal de mando, es consultor de empresarios, PAS, autor etcétera. Le conoces de ‘Sensitive the untold story’.

El artículo de John es el primero de una serie de blogs escritos por hombres con AS, a quienes he invitado para compartir su trabajo. El siguiente invitado será Tracy Cooper con su artículo sobre ‘Liderazgo silencioso’. No te lo pierdas.

Os recomiendo a todos y todas leer este artículo emocionante y honesto de John, y, en mi siguiente mail, el blog de John.

 

Reflexionando sobre el Coronavirus (puedes saltarlo, si quieres)

En entrevistas me suelen preguntar sobre cómo las PAS vamos gestionando este tema. Suelo contestar bromeando: ‘O, más o menos como la gente zurda’. O sea, es algo depende. Un intercambio que me gusta es el siguiente. Alguien dijo: ‘Estamos todos en el mismo barco’, y otra persona contestaba: ‘No. Estamos todos en la misma tempestad, pero en muchos barcos diferentes’. Algunos de vosotros estáis viviendo situaciones horribles, en barcos agujereados o en barcos que se están hundiendo, y otros de vosotros solamente estáis aguantando el mal tiempo, con calma y, incluso, sintiéndoos feliz. Me puedo imaginar que la gran mayoría se encuentra entre estos extremos.

Luego añado al que me entrevista, que estoy casi segura de que las PAS tenemos más cuidado para nosotras mismas y hacia los demás. Y percibimos un panorama más amplio, mirando hacia el pasado cuando pasaron crises similares y se había avisado que esto iba a ocurrir, y también mirando hacia el futuro, a lo que todo esto podría significar para la humanidad en las décadas y siglos venideros. Y no dudo de que las PAS están experimentando muchas emociones y probablemente lo harán con más intensidad que los otros – dolor y tristeza por los enfermos y aquellos que han muerto. (Y la tristeza de los abuelos tan vulnerables, separados de sus nietos que crecen tan de prisa; Zoom no basta). Una tristeza profunda para aquellos que se arruinaron y lo perdieron todo. A lo mejor sienten frustración, o quizás también rabia. Nuestras emociones nunca se apagan.

No dejo de comentar que muchas PAS comentan que se sienten aliviadas porque ya no sufren de la sobreestimulación normal. Algunas PAS introvertidas me han confesado que están incluso lo están disfrutando.

En cuanto al tema de las emociones, pido disculpas si, en mi mensaje anterior, había dado la impresión de que, para mí, este virus no me parecía más de lo mismo de siempre. En realidad me estaba sintiendo horriblemente frustrada; solamente deseaba una cosa… ¡que el virus se fuera! (Y me sigo negando de utilizar esa palabra ‘pandemia’ que inspira nada más que pánico- solamente la menciono aquí). Soy una (cauta) buscadora de sensaciones y me aburro en seguida, y deseaba que las cosas cambiaran – para bien, y no que la situación seguía igual semana tras semana. Sin embargo, ahora entiendo que los cambios necesitan producirse muy lentamente, especialmente para las personas en situación de riesgo. Es posible que las cosas queden así hasta que tengamos una vacuna segura.

Ahora pienso en mi marido y yo como viviendo en un monasterio (algo que mi parte spiritual siempre ha añorado) – en que todos los días son iguales y los que cada día contiene casi cuatro horas de descanso y de meditación, alternando con trabajo útil. Nada de dar una vuelta para pasarlo bien. La compra nos la traen a casa. Desde que esto empezó, nadie ha entrado en nuestra casa. Así que estoy muy segura mientras que sigamos encerrados.

Añadido la siguiente mañana: estoy muy feliz en el sentido de que, viviendo en mi monasterio, mi crecimiento interior puede avanzar más rápido. Soy consciente de su verdad. Soy yo, lo sé, pero me hace pensar el algo que dijo el Maharishi sobre envejecer: el truco es ‘montar el tigre’, o sea, permitir que las cosas peligrosas te ayudan avanzar contrario a que dejarte devorar por ellas.

 

Noticias: ‘Sensitive Lovers’ se puede alquilar y eventos en Internet.

El documental ‘Sensitive Lovers: Profundizando en sus relaciones’ ahora está disponible por $4,99, en alquiler. (*nota del traductor: el documental viene con subtítulos en castellano; el tráiler no está subtitulado). Para ver el tráiler o alquilar el documental, pincha aquí. La posibilidad de ver el documental bajo régimen de alquilar nos posibilita ofrecerlo con un descuento de 50%, haciéndolo más asequible para muchos (aunque estamos muy contentos con las ventas, y el tráiler ha sido visto miles y miles de veces). En este documental, mi marido Art y yo hablamos sobre todas las escenas importantes de la película ‘Sensitive and in love’ (aunque para poder apreciar este documental no es necesario ver la película principal).

El documental pretende ofrecer información útil para PAS y sus parejas, pero al mismo tiempo contiene muchos consejos y datos de investigación válidos para cualquiera, ya que el estudio científico del amor y de las relaciones íntimas es mi segunda especialidad al mismo tiempo que es la obra vital de mi marido.

Hemos reservado un número de 50 alquileres gratis, mientras que los haya, para aquellos que no pueden pagar los $4.99 en estos tiempos tan difíciles. (Contamos con vuestra honestidad, y que aquellos que piden la versión gratis realmente se encuentran en esta situación). Para aprovechar esta oferta pon el código SL50 en la opción ‘rental’ (alquiler). Alquila o compra aquí. (pincha en ‘watch now’).

Puedes comprar en Amazon Prime and Apple TV: tanto ‘Sensitive: The Untold: The Untold Story’ como ‘Sensitive and in Love’.

 

Y, no te lo vas a creer, pero, ¡tengo mi propio canal de Youtube! Para verlo, pincha aquí.

Diana Sinelnikova nos ayudó en montar el canal, y ella realizó una serie de videos cortos sobre algunos temas, y también hay otro que Alane Freund hizo conmigo. Es un primer intento en que busco adaptarme al hecho de que algunos de vosotros tenéis más tiempo libre y, posiblemente, también tenéis más ‘temas’, así que posiblemente os gustarán estas mini-charlas mías, especialmente porque ahora no es posible asistir a talleres en persona mientras que muchos tampoco podrían pagarlos.

 

Webinar para terapeutas, aunque otros también pueden asistir:

La Persona con Alta Sensibilidad en psicoterapia, un webinar (en inglés), sábado el 25 de julio. Para más información y registrarte, pincha aquí.

© 2020 The Highly Sensitive Person

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Hasta aquí os dejamos el newsletter de la Dra. Elaine Aron. Para leerlo en inglés y con más información sobre talleres en inglés, podéis ir a su versión original en su web: www.hsperson.com.