Listado de la etiqueta: investigación rasgo alta sensibilidad

Pensamiento rumiativo y PAS

Hoy vamos a hablar de una forma de pensamiento conocida como rumiación basada en un pensamiento negativo repetitivo, que incide directamente en la resolución de problemas, en el bienestar subjetivo y emocional y en la salud de las personas y os damos 11 claves para hacerle frente.

 

¿Qué es el pensamiento rumiativo?

Sánchez – Aragón R. (2020) define la rumia como la tendencia a continuar pensando acerca de algo malo, doloroso o desesperanzador por un largo período de tiempo, durante el cual una persona piensa repetida y recurrentemente en eventos o emociones negativas, particularmente del pasado. 

Supone una estrategia de afrontamiento desadaptativo que perpetúa el estrés, incrementando las cogniciones negativas.

Sánchez – Aragón R. (2020) citando a Watkins et al. (2011) la reconoce como un proceso psicológico beneficioso sólo cuando se consigue canalizar positivamente la información y permite a la persona analizarla de forma específica y concreta y orientarse en el proceso de resolución de las dificultades, lo que hace que tenga una utilidad que da como resultado un estado emocional satisfactorio. 

Por tanto, la reflexión en busca de soluciones sí podría constituir un funcionamiento positivo cuando se indaga sobre estrategias de mejora buscando soluciones en situaciones desfavorables, pero cuando va por el camino de los reproches mediante pensamientos negativos y confusos acaba provocando incomodidad y malestar emocional. 

Ejemplos del pensamiento repetitivo positivo o adaptativo sería cuando utilizamos el procesamiento emocional, es decir, intencionadamente buscamos conocer y comprender la relevancia de las propias emociones y estados internos. Esa reflexión interna, nos ayudará a comprender nuestra reacción al enfrentarnos a una situación concreta y por lo tanto a conocernos mejor. 

Por otro lado, Sánchez – Aragón R. (2020) habla de cómo el pensamiento rumiativo repetitivo negativo puede afectar directamente a nuestra salud, ya que cuando hablamos de salud nos referimos a un estado completo no sólo de bienestar físico sino también espiritual, psicológico y social que experimenta la persona.

Y aquí surge el concepto de bienestar psicológico o subjetivo (BS) como factor relevante para sentirnos sanos y en plenitud, ya que, podemos tener todas las condiciones necesarias para tener una buena salud, pero no sentir ese bienestar psicológico. 

Nuestro tipo de pensamiento va generando un diálogo interno, que puede ser destructivo y pesimista, lo que acabará afectándonos a nivel emocional y se convertirá en un círculo vicioso de malestar.

Es importante, por tanto, entender que el pensamiento repetitivo puede ir por dos caminos muy diferentes:

  • Pensamiento repetitivo normal orientado a la solución de problema.
  • Pensamiento repetitivo patológico que dificulta el correcto funcionamiento del individuo en su vida cotidiana.

 

Pensamiento rumiativo en Personas con Alta Sensibilidad: 

Tanto los seres humanos como los animales presentan diferencias en la sensibilidad de percepción y procesamiento de información, en la reacción o respuesta que ejecutan ante los estímulos del entorno y en la adaptación a las diferentes situaciones que se les presentan, ya sean positivas o negativas (Greven et. al., 2019). Es decir, según nuestro grado de sensibilidad recibimos y procesamos la información de una forma diferente, por lo que nuestra interpretación y vivencia cambia y, por tanto, nuestra respuesta también.

Aron y Aron (1997) y Aron et. al. (2012) definen la sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS) como un atributo del temperamento que se caracteriza por una alta sensibilidad a los estímulos ambientales y estiman, además, que aproximadamente del 15% al 20% de la población podría considerarse alta en dicha característica. 

Para conocer los cuatro aspectos de la alta sensibilidad que definieron, puedes visitar la página de “Información Alta Sensibilidad” de la web.

 

La tendencia a reflexionar y analizar la información de forma intensa está muy presente en las PAS como un mecanismo de supervivencia que hace que estén más atentos al entorno y a sus posibles riesgos, pero también puede llevar al pensamiento rumiativo repetitivo negativo, provocando:

  • Dificultad en la toma de decisiones.
  • Sobreestimulación y agotamiento.
  • Sentimiento de incapacidad para afrontar dificultades que se puedan presentar en la vida.
  • Alejarse de la realidad externa y enfocarse en la actividad mental sobre lo que ha pasado.
  • Desconexión del presente.
  • Olvidándose de la capacidad que tiene para aprender de lo que está viviendo que le ayudará a mejorar y crecer como persona.

Por lo tanto, las PAS reaccionan al entorno y a los estímulos sensoriales de forma distinta a las personas no altamente sensibles. Los PAS tienden a observar y analizar antes de actuar y tienen una respuesta a los estímulos generalmente más lenta debido al procesamiento profundo de la información.

No suelen tener un funcionamiento impulsivo, ya que valoran un abanico de posibilidades y riesgos y eso requiere su tiempo. Este sistema de funcionamiento lo denominan pause & check, que es lo mismo que “detenerse y comprobar” para observar, valorar y analizar la situación, ver las sutilezas, comparar los datos de los que dispone y encontrar un camino distinto.

Y este funcionamiento más cauteloso y profundo no tiene por qué ser dañino para la persona, si ese análisis genera un mejor enfoque y solución

 

Claves para parar el pensamiento rumiativo

Pensamiento rumiativo y PAS

Foto: Nicholas Ng by Unsplash

  • Observar tu patrón de pensamiento para conocerlo: ¿cómo sueles reaccionar frente a un problema? ¿Qué es lo que más te afecta?
  • Atención: La forma y el contenido de la vida dependen de cómo utilicemos la atención. La atención sería como una energía psíquica bajo nuestro control y por ello, es la herramienta más importante en la tarea de mejorar la calidad de la experiencia. ¿En qué focalizas tu atención? ¿La entrenas? ¿Qué filtro utilizas para centrar tu atención? ¿La enfocas en una tarea o en un pensamiento que te perjudica? ¿Cuándo entras en “bucle” en qué centras la atención?.
  • Cambiar el foco: Optimismo y resiliencia frente a la adversidad.
  • Optimismo: expectativas positivas respecto a los eventos del futuro sin importar los medios por los cuales tales resultados pueden ocurrir. Se considera que a partir de las propias acciones se puede estar bien y sentir autoconfianza y esperanza de lo que puede pasar ante situaciones de gran adversidad o provocadoras de estrés.
  • Resiliencia: emerge a partir de situaciones extremadamente difíciles y altamente estresantes, permitiendo encontrar beneficios y nuevos significados que favorecen el crecimiento personal y el afrontamiento de nuevos retos con mayor seguridad y eficiencia. Es la capacidad de enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido ante experiencias desfavorables.
  • Ser consciente de que la rumiación negativa tiene un efecto perjudicial para ti, ya que nos dice que no somos capaces de afrontar las dificultades de la vida.
  • Acepta los pensamientos. Puede parecer un contrasentido, pero desde el mismo momento en que aceptas tener los pensamientos negativos y rumiativos, estos pierden una gran parte del impacto emocional que ejercían sobre ti. Simplemente, acepta que están ahí y no reacciones ante ellos.
  • La experiencia autotélica o flujo. Fluir (Flow): Se refiere a una actividad que se contiene en sí misma, que se realiza no por la esperanza de ningún beneficio futuro sino simplemente porque hacerlo es en sí la recompensa. Cuando la persona fluye con una actividad está prestando atención a la actividad por sí misma, y cuando no es así, la atención se centra en las consecuencias. El flow es un estado de atención plena y una total involucración en la tarea. El cerebro descansa, desconecta de la cotidianidad y al terminar vuelves con otra energía a tu vida, los problemas se ven desde otro prisma.
  • Mindfulness: Atención plena. Prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Sin juzgar, sin prejuicios, sin resistencia, sólo viviendo el aquí y el ahora. Como dice Vicente Simón, psiquiatra y catedrático de psicobiología: mindfulness es “tranquilizar la mente para ver con claridad”. Es decir, mientras nuestra mente pueda mantener un estado de calma podrá observarse a sí misma y a los demás sin dejar que la enturbien los pensamientos y emociones estresantes.
  • Diferenciar y no fusionarse: un yo que vive la experiencia y se fusiona con sus pensamientos y emociones y se pierde a sí mismo en ese “remolino y revoltijo” o un yo que observa de forma objetiva, que sabe que son sólo pensamientos que están provocando unas emociones que le están afectando. Al observar sin juzgarte, “rompes” la fuerza de esos pensamientos y emociones que te invaden y das espacio a la creatividad para descubrir nuevas opciones, perspectivas que pueden ayudarte a cubrir tus necesidades y a sentirte de otra manera. 
  • Aumentar flexibilidad cognitiva: Tolerar la duda y la incertidumbre. Aceptar que hay cosas que se van a escapar de nuestra “zona de control” y dejar de resistirnos y luchar nos liberará.
  • Apoyo social: Compartir aquello que nos angustia, aquello que nos remueve y sentirnos comprendidos y acompañados nos ayuda a desconectar y reposar del pensamiento rumiativo y a valorar e incluir diferentes perspectivas.
  • Buscar soluciones al problema y toma de decisiones al respecto. Es importante concretar si los problemas que surgen y a los que te enfrentas estaban más relacionados con la tensión asociada al problema y a la preocupación o a impedimentos reales para solucionarlos. “Te ocupas o te preocupas”.

 

Mantener alejado el pensamiento rumiativo, nos ayudará a que nuestro diálogo interno sea más positivo, tendremos una mejor gestión emocional y nos alejaremos de la depresión y la ansiedad. 

 

María Bernabé Simó, Psicóloga General Sanitaria. Especializada en PAS.

www.mbspsicologia.com

 

Bibliografía:

  • Aron, E. N., & Aron, A. (1997). Sensory-processing sensitivity and its relation to introversion and emotionality. Journal of personality and social psychology, 73(2), 345-368.
  • Aron, E. N., Aron, A., & Jagiellowicz, J. (2012). Sensory processing sensitivity: A review in the light of the evolution of biological responsivity. Personality and Social Psychology Review, 16(3), 262-282. https://doi.org/10.1177/1088868311434213
  • Csíkszentmihályi, M. (2019). Fluir (flow): Una psicología de la felicidad. (8ª ed.). Editorial Kairós.
  • Greven, C. U., Lionetti, F., Booth, C., Aron, E. N., Fox, E., Schendan, H. E., Pluess, M., Bruining,
  • H., Acevedo, B., Bijttebier, P. & Homberg, J. (2019). Sensory processing sensitivity in the
  • context of environmental sensitivity: A critical review and development of research agenda.
  • Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 98, 287-305.
  • https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2019.01.009
  • Hervás G. y Vázquez C. (2006). Explorando el origen emocional de las respuestas rumiativas: El papel de la complejidad emocional y la inteligencia emocional.
  • Sánchez-Aragón, R. (2020). Bienestar subjetivo: el papel de la rumia, optimismo, resiliencia y
  • capacidad de recibir apoyo. Ciencias Psicológicas, 14(2), e–2222.
  • https://doi.org/10.22235/cp.v14i2.2222
  • Simón, V. (2011). Aprender a practicar Mindfulness. Sello editorial.
  • Watkins, E.R., Mullan, E., Wingrove, J., Rimes, K., Steiner, H., Bathurst, N., Eastman, R., & Scott, J. (2011). Rumination-focused cognitive-behavioral therapy for residual depression: phase II randomized controlled trial. British Journal of Psychiatry, 199(4), 317-322. https://doi: 10.1192 / bjp.bp.110.090282

 

 

Imagen: Susan Q. Yi (Unsplash).

Investigaciones PAS

9 de febrero de 2022, por Elaine Aron

 

He mirado el sitio web y me he dado cuenta de que desde 2017 no he escrito ninguna entrada de blog sobre investigación. Mis sinceras disculpas. En este momento apenas puedo mantenerme al día, porque hay muchos trabajos de investigación sobre alta sensibilidad (también conocida como sensibilidad en el procesamiento sensorial, que por cierto nada tiene que ver con el trastorno en el procesamiento sensorial). Ni siquiera conozco a la mayoría de los investigadores, que están por todo el mundo, desde Japón hasta Turquía. El que haya tanta investigación publicada significa que ahora hay un amplio interés en este asunto. ¡Corren buenos tiempos!

En esta entrada de blog resumiré algunas investigaciones recientes, y en futuras entradas me ocuparé de trabajos anteriores, de entre 2018 y 2020.

 

Problemas inevitables de la investigación en PAS

Con el aumento de la investigación surgen problemas inevitables, en cuanto que a veces se tiende a inducir a una impresión más negativa de las personas con alta sensibilidad (PAS) de lo que es correcto. Es decir, hay un prejuicio que lleva a suponer que las PAS tienen problemas, prejuicio que parece confirmarse por dos razones.

  1. Casi ningún trabajo contempla la susceptibilidad diferencial: el que como adultas PAS con un una niñez difícil tienen más problemas que otras, pero con buena niñez tienen menos problemas, y de hecho crecen bien. Este es el resultado lógico de ser sensible al entorno. No sabemos el porcentaje de adultos PAS que han tenido una buena niñez, y es probable que no sea la mayoría porque sus padres desconocían por completo el rasgo. Así pues, si se hace un promedio del conjunto de las PAS podría dar la impresión de que más bien tienen problemas, como parte de la investigación parece indicar. Pero con esto en realidad se pasa por alto la «sensibilidad ventajosa», todo lo bueno que conlleva ser PAS, especialmente cuando se crece en un buen entorno. De la importancia de entender la susceptibilidad diferencial ya se habló en otro artículo del blog.
  2. Problemas con la escala PAS y su próxima actualización: La segunda razón para este sesgo un tanto negativo es la escala PAS (la versión de investigación algo más extensa de la autoevaluación PAS que hay en el sitio web). La escala original se creó a principios de los años 90, en los comienzos de nuestra investigación. Con el paso de los años tuvimos que reconocer problemas en ella, principalmente que casi todos los ítems tratan sobre algo negativo, o que su formulación es negativa: me abrumo con facilidad, me siento incómodo con…, me molesta cuando…, me pongo nervioso cuando…, me esfuerzo mucho para no cometer errores, me excito desagradablemente…, etc.

Aparte del problema de las formulaciones negativas, la escala actual es también desfavorable porque casi toda ella trata sobre verse fácilmente sobreestimulado y mide muy poco los demás aspectos del DOES: profundidad de procesamiento, empatía/receptividad emocional, y ser sensible a los estímulos sutiles. Sabemos que la ‘O’ del DOES es el único problema de ser PAS, ¡pero es evidente que los ítems acerca de la sobreestimulación han acaparado la medida!

 

Lógicamente el énfasis negativo ha llevado estudio tras estudio a concluir que las PAS son más ansiosas, deprimidas, expuestas al síndrome de desgaste profesional, etcétera, etcétera. Grrr. Estaría bien que los investigadores preguntaran sobre la niñez, para que pudieran observar la susceptibilidad diferencial; o incluso que mencionaran la susceptibilidad diferencial como un posible factor en sus resultados. Pero esto apenas ocurre, y como resultado están apareciendo una y otra vez estudios deficientes.

Así pues estamos creando una nueva escala que mida todo lo que falta. Hay un grupo de nosotros trabajando en ella. Juntos hemos redactado nuevos ítems, los hemos testado y seleccionado los que parecen ser los mejores 60. Y ahora estamos reduciendo la lista a los más sobresalientes de entre ellos. Habrá una correlación adecuada con la medición antigua (ser similares estadísticamente), como debe ser, porque la antigua escala PAS distingue a las PAS de las demás y muestra, por ejemplo, sus diferencias cerebrales en las tareas, o en qué medida se comportan de manera distinta en los experimentos.

 

Estudios recientes en PAS (menos afectados por los problemas descritos)

Puedes encontrar los resúmenes de estos artículos en Google Académico, copiando y pegando el título (está entrecomillado, después del número que le precede). Cuando encuentres el resumen, si hay algo a la derecha haz click ahí y puede que aparezca el artículo completo. Si solo hay un resumen, probablemente el artículo completo tenga un coste elevado, pero quizá tu biblioteca local te lo pueda conseguir, o cualquier biblioteca universitaria a la que tengas acceso.

  1. En el estudio «Sensory processing sensitivity behavior moderates the association between environmental harshness, unpredictability, and child socioemotional functioning» se descubrió que los niños de más de dos años (de unos tres en adelante) que puntúan alto en SPS (Sensibilidad en el Procesamiento Sensorial) en comparación con los que no tienen el rasgo, si vivían en un entorno familiar impredecible eran más propensos a convertirse en lo que podríamos denominar «difíciles de tratar»: se pelean, golpean y muestran resentimiento (estas son las denominadas conductas exteriorizadas, y hay que tener en cuenta que se trata de niños muy pequeños). Por otro lado, los que puntuaron bajo en SPS no se vieron especialmente afectados por la impredecibilidad en el hogar. (La SPS se midió por las conductas de los niños en un estudio de laboratorio, no mediante la escala de PAS.)

La «impredecibilidad» se midió por la frecuencia con que habían ocurrido cosas como la enfermedad o la muerte en la familia, o mudanzas, separación o divorcio de los padres, o un cambio de cuidador principal. La crianza severa no afectó a los menores con alta sensibilidad de forma distinta que a los niños sin alta sensibilidad.

Este efecto de impredecibilidad surgió en otro trabajo, en el cual los niños y niñas con alta sensibilidad en educación infantil se vieron más afectados por la crianza impredecible, pero no más afectados por una «mala» crianza (tal como la de padres demasiado permisivos o autoritarios). Parece ser que los niños y niñas con alta sensibilidad pueden acostumbrarse a casi todo, salvo al cambio constante. Esto también puede que sea cierto en tu caso.

En resumen: tal vez quieras ocuparte de aprender a esperar el cambio (¡lee algo sobre budismo!), para planear cómo afrontarás uno cuando sepas que va a ocurrir (una mudanza, por ejemplo), y aceptarlo o lamentarlo cuando sea preciso. «No hay cambio sin pérdida; no hay pérdida sin algo de dolor.» Por encima de todo recuerda que, como PAS que eres, es normal tener esas fuertes reacciones al cambio.

En otra entrada del blog ya hablamos sobre «La impermanencia y la persona con alta sensibilidad».

 

  1. Este es bueno: «Sensory processing sensitivity predicts performance in an emotional antisaccade paradigm.» Os imagino rascándoos la cabeza con este. ¡¿Qué es eso?! Una respuesta breve es que es una medida de la capacidad para hacer una pausa antes de actuar, en este caso una pausa con los ojos. Te dan a ver un punto y este comienza a moverse. Y te dicen que, o bien sigas el punto (movimiento prosacádico), que es la acción natural, o que mires en dirección opuesta a la que se mueve (movimiento antisacádico), instrucción esta última que obedeces más lentamente porque has de hacer un esfuerzo. Esta requiere una muy buena función «ejecutiva» del cerebro. En este estudio se utilizaron como objetos tanto puntos como rostros.

Las PAS fueron más ‘precisas’ que las demás, en cuanto que a la indicación de mirar en dirección opuesta mostraron un tiempo de reacción menor que el promedio. No obstante, esto solo fue así cuando en lugar de a puntos respondían a rostros con expresiones emocionales, y especialmente cuando los investigadores compararon la respuesta a rostros neutros frente a la respuesta a rostros tristes. Por cierto, estos resultados no guardaban ninguna relación con el estado de ánimo de los sujetos en ese momento.

En resumen: puedes estar más seguro si cabe, de que tú y otras PAS procesáis las cosas, especialmente la información social, con más cuidado y precisión a un nivel profundo (no solo pensando más en la tarea sino que, cuando se pide hacerla rápidamente, realizarla mejor de forma automática). Esto contrasta con las personas que tienen esquizofrenia, TDAH o autismo, de las cuales en otros trabajos se concluyó que tienen tiempos de reacción más lentos al hacer esas tareas.

 

  1. En el estudio «Sensory Processing Sensitivity Moderates the Relationships Between Life Skills and Depressive Tendencies in University Students» se analizó qué habilidades para la vida diaria (toma de decisiones, relaciones interpersonales, comunicación y afrontamiento emocional) se asociaban a una menor depresión, y se halló que para las PAS, comparadas con otras, el afrontamiento emocional era la habilidad clave. (Las escasas habilidades para las relaciones interpersonales van unidas a la depresión en todas las personas; la deficiencia en las habilidades de toma de decisiones ‒no es de extrañar‒ va unida a quienes puntúan bajo en SPS.)

En resumen: si tienes tendencia a deprimirte, céntrate en tus habilidades de afrontamiento emocional.

 

  1. «Sensory-processing sensitivity and COVID-19 stress in a young population: The mediating role of resilience.» Los resultados no sorprenden demasiado. Las PAS se vieron «un poco» más negativamente afectadas por la pandemia (obviamente el principal factor son las circunstancias en que una se encuentra, no el temperamento). Sin embargo esto no fue así cuando las PAS tenían niveles de resiliencia adecuados, medidos con una escala de seis ítems, con ítems tales como «Suelo recuperarme con rapidez después de pasar una mala situación.» y «Tardo poco en recuperarme de un acontecimiento estresante.» Este es sin duda, al menos en parte, el resultado de que los adolescentes con alta sensibilidad hayan tenido una crianza más positiva, una vez más debida a la susceptibilidad diferencial ante buenas y malas circunstancias.

En resumen: cuando te pregunten qué tal se desenvuelven las PAS durante la pandemia puedes decir que, según un estudio con adolescentes, por término medio les va más o menos como a las demás, quizá un poco peor algunas veces, pero un gran número de ellas muestran una mayor resiliencia que otras, probablemente a causa de la susceptibilidad diferencial, es decir, que se ven más afectadas por este hecho, es cierto, pero también por cualquier otro, incluido un entorno positivo en el hogar.

 

  1. «The role of sensory processing sensitivity and analytic mind-set in ethical decision-making.» Los investigadores manipularon la ‘actitud’ dando a los participantes un problema ético para que o bien lo analizaran en profundidad (actitud de deliberación) o se centraran en hallar una solución práctica y concreta (actitud de ejecución). No sorprende que las PAS lo hicieran mejor en la actitud deliberativa, «lo cual les permitía resolver el problema usando su enfoque innato de solución de problemas». Las personas que no tenían el rasgo lo hicieron mejor en la actitud ejecutiva. «Los resultados hacen pensar que las intervenciones éticas no deben consistir en “café para todos”, y que deben tener presente las tendencias de resolución de problemas innatas de la persona.»

En resumen: esto obviamente valida la característica de la profundidad de procesamiento de nuestro rasgo. Para mí este estudio significa también que la idea está saliendo a la luz, junto con el estupendo consejo de que, cualquiera que sea la situación, no sirve el «café para todos».

 

  1. «Experiences of Adults High in the Personality Trait Sensory Processing Sensitivity: A Qualitative Study.» Este estudio es exactamente lo que dice: resume entrevistas en profundidad, hechas por investigadores experimentados y basadas en todo lo que en la actualidad sabemos sobre el rasgo, pero aportando una información más detallada, sugiriendo nuevas hipótesis para promover el bienestar caso de ser PAS.

En resumen: podría valer la pena leerlo.

 

Es admirable ver tanta investigación. Si utilizas Google Académico accederás a mucha más. Pero no animo a hacerlo, porque hay que saber leer los detalles para detectar cualquier fallo (que por lo general lleva a la conclusión de que las PAS son peores que otras en algún sentido sin haber observado la infancia u otros factores estresantes actuales). Pero en fin, las cosas están yendo bien. Cuanta más investigación haya, más se debatirá sobre la alta sensibilidad en años venideros como parte de la formación profesional de docentes, terapeutas y personal médico. ¿No sería maravilloso?

 

____________________________________________________________

Sobre la publicación del artículo original:

____________________________________________________________

Puedes encontrar otros resúmenes de investigaciones realizadas en el blog:

15/01/21 La investigación sobre la sensibilidad: pasado, presente y futuro.

26/03/21 Todo lo que los investigadores saben en 2021 sobre la alta sensibilidad.

 

 

Imagen: Debby Hudson (Unsplash).

Traducción de la publicación: ‘The highly active, highly sensitive brain at rest‘.

  • Autoría de esa publicación: Bianca Acevedo, PhD,
  • Fecha de la publicación:  11 de agosto 2021
  • Sitio web de la publicación (acceso libre): www.Sensitivityresearch.com
  • Traducido del inglés por Karina Zegers de Beijl (octubre del 2021)

Sobre los autores

Bianca Acevedo (Universidad de California, Santa Bárbara) investiga la biología del amor, la alta sensibilidad y las prácticas mente-cuerpo. Recibió el Premio Internacional de Mujeres en la Ciencia 2012 y es editora del «The Highly Sensitive Brain». Para obtener más información, visite http://www.biancaacevedo.com

Resumen

En un estudio reciente, mis colegas y yo examinamos la conectividad cerebral en estado de reposo en relación con la sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS). Encontramos que los individuos más sensibles mostraron una conectividad cerebral en estado de reposo más fuerte, lo que indica una mayor memoria y un procesamiento deliberativo de orden superior. Este estudio avanza nuestra comprensión de las características centrales del cerebro altamente sensible.

 

Antecedentes

¿Alguna vez te has preguntado si tú o alguien que conoces podría ser altamente sensible? Aproximadamente una de cada cuatro personas (20%-30% de la población) se caracteriza por una alta sensibilidad al procesamiento sensorial (SPS) o sensibilidad ambiental (ES).

La alta sensibilidad se caracteriza por una mayor conciencia y sensibilidad hacia su entorno y las otras personas. Una persona altamente sensible, ya sea niño o adulto, procesa los estímulos y la información más profundamente que aquellos que son menos sensibles.

Los individuos con alta sensibilidad expresan las siguientes características cardinales:

  • Procesamiento cognitivo más profundo
  • Más atención a las sutilezas
  • Pausar antes de actuar
  • Mayor conciencia de los estímulos ambientales y sociales, incluidos los estados de ánimo y las emociones de las otras personas.

Nuestra investigación

En un estudio reciente (1), publicado en la revista Neuropsychobiology, mis colegas (Dres. A y E. Aron, R. Marhenke y T. Santander) y yo examinamos la conectividad cerebral en estado de reposo en función de la sensibilidad, medida con la Escala de Persona Altamente Sensible (HSP) (2).

Se trata del primer estudio que investiga sobre lo que el cerebro altamente sensible hace en reposo.

 

Diseño del estudio

Escaneamos a un grupo de participantes adultos (edad mediana 66 años) en el Centro de Imágenes Cerebrales (BIC) de la Universidad de California, Santa Bárbara, y la técnica de la resonancia magnética funcional  (marca Siemens) que detecta cambios en el flujo sanguíneo del cerebro.

Primero, nuestros participantes participaron en una tarea emocionalmente evocadora en la que se les pidió que leyeran descripciones de eventos felices, tristes o neutrales,  y a continuación les enseñamos imágenes de las caras con expresiones emocionales de sus parejas y también de personas desconocidas.

También les indicamos que contaran hacia atrás  de siete en siete de un número elevado, esto para borrar los efectos de cualquier tipo de emoción experimentada a raíz de las imágenes faciales. Después del escaneo, pero mientras que aún estaba en el escáner, les pedimos a cada participante que calificara cómo se sentían mientras veían cada imagen de la cara.

Finalmente, les pedimos a nuestros participantes que simplemente se relajaran durante 5 minutos, mientras medíamos su actividad cerebral durante este descanso.

 

Principales conclusiones

Lo que encontramos fue que después de participar en una tarea emocionalmente evocadora, los individuos más sensibles (aquellos que obtuvieron una puntuación más alta en la Escala HSP) mostraron una conectividad más fuerte en estado de reposo en áreas que sugieren una mayor profundidad de procesamiento. .

Por ejemplo, una de las conexiones más fuertes asociadas con el cerebro altamente sensible que encontramos durante el descanso fue el circuito precuneus-hipocampo.

La conectividad entre el precuneus y el hipocampo se ha implicado en la consolidación de la memoria episódica y la recuperación espontánea de la memoria.

La consolidación de la memoria es importante para preparar a un individuo/organismo hacia futuras situaciones similares, la capacidad de respuesta apropiada/adaptativa, y también para colocar la nueva información en relación con la información ya existente. Por lo tanto, la memoria juega un papel central en la profundidad del procesamiento.

Sin embargo, se encontraron conexiones más débiles entre el hipocampo y la ínsula, lo que sugiere una consolidación deliberativa de la memoria de orden superior, en lugar de las respuestas habituales y automatizadas que generalmente se desencadenan por eventos estresantes.

 

¿Qué significa todo esto?

En resumen, el cerebro altamente sensible en reposo, en realidad está trabajando en un nivel profundo, ayudando a las personas a integrar la información, para que puedan recordarla y estar bien equipadas para navegar por las complejidades de sus entornos. Por lo tanto, sé inteligente y tómate un descanso. Te sorprenderás de cómo cuando te retiras a tu mundo interior y a un estado de descanso, las cosas comienzan a fluir.

Los resultados de este artículo representan solo un paso para comprender mejor la sensibilidad al procesamiento sensorial y sus fundamentos biológicos. Todavía nos queda mucho trabajo por hacer.

Si tienes curiosidad por aprender más sobre la ciencia de SPS, no dudes en echar un vistazo al «The Highly Sensitive Brain», finalista del Premio Excelencia Profesional y Académica (PROSE) de la Asociación de Editores Estadounidenses (PROSE) 2021, y que se presentará en la conferencia de la Asociación Americana de Psicología (APA) de 2021.

Referencias

  1. Acevedo B, P, Santander T, Marhenke R, Aron A, Aron E (2021). La sensibilidad del procesamiento sensorial predice las diferencias individuales en la conectividad funcional en estado de reposo asociada con la profundidad del procesamiento. Neuropsicobiología, 80:185-200.doi: 10.1159/000513527
  2. Aron E. & Aron A. (1997). Sensibilidad de procesamiento sensorial y su relación con la introversión y la emocionalidad. J Pers Soc Psicología,73 (2): 345–68

imagen: Robina Weermeijer (Unsplash).

Os presentamos esta traducción de un artículo de la web http://www.sensitivityresearch.com, dedicada a la divulgación de la investigación relacionada con el rasgo de la alta sensibilidad de una manera simple y entendible por cualquiera. Es una web que se estrenó hace poco, y desde la APASE iremos traduciendo artículos que nos parecen de interés general. La web es una iniciativa del Dr. Michael Pluess y su equipo. La traducción de este artículo ha sido realizada por Karina Zegers de Beijl.

14 de abril de 2021 – Por Dr. Michael Pluess

Sobre los autores Michael Pluess es profesor de Psicología del Desarrollo y experto líder en sensibilidad en niños y adultos. Ha realizado importantes contribuciones teóricas y empíricas en el campo, junto con el desarrollo y validación de medidas de sensibilidad. Dirige varios grandes proyectos de investigación sobre sensibilidad en todo el mundo.

Resumen Leer más

Os presentamos esta traducción de un artículo de la web http://www.sensitivityresearch.com, dedicada a la divulgación de la investigación relacionada con el rasgo de la alta sensibilidad de una manera simple y entendible por cualquiera. Es una web que se estrenó hace poco, y desde la APASE iremos traduciendo artículos que nos parecen de interés general. La web es una iniciativa del Dr. Michael Pluess y su equipo. La traducción ha sido realizada por Karina Zegers de Beijl.

 

1 de noviembre de 2020 – Por el Dr. Robert Keers y el Dra. Elham Assary

 

Acerca de los autores

Robert Keers fue profesor de psicología en la Universidad Queen Mary londinense. Su investigación tuvo como objetivo entender cómo tanto los genes como el entorno influyen en el desarrollo y tratamiento de la ansiedad y de la depresión. Para obtener una respuesta a su pregunta optó por un enfoque interdisciplinario y utilizó una gama de métodos, desde genómica humana, modelos animales y la farmacogenómica, hasta grandes estudios de control de casos, de gemelos y estudios realizados por colegas.

Elham Assary es investigadora postdoctoral en la Universidad Queen Mary de Londres. Su investigación tiene como objetivo entender cómo la interacción entre los genes y el entorno (medio ambiente) influye en el desarrollo de la psicopatología o la resiliencia a la misma. Su investigación actual utiliza una serie de métodos genéticos conductuales y moleculares para investigar qué factores genéticos se relacionan con las variaciones en la sensibilidad a los entornos positivos y negativos y cómo afectan a los resultados de tales exposiciones ambientales.

 

Resumen

Realizamos un estudio genético de la sensibilidad ambiental utilizando un enfoque novedoso que involucra a gemelos idénticos. Usando estos hallazgos, pudimos estimar la propensión genética a la sensibilidad ambiental en dos muestras adicionales y mostramos hallazgos que eran consistentes con las teorías de la sensibilidad. Específicamente, los niños altamente sensibles se vieron afectados desproporcionadamente por experiencias positivas y negativas y respondieron de manera diferente al tratamiento psicológico.

 

Información de antecedentes

Las teorías de sensibilidad sugieren que los genes explican por qué algunas personas son más sensibles que otras [1;2], y nuestro reciente estudio de gemelos apoya esta idea [3].

A pesar de esto, nuestro conocimiento de la genética de la sensibilidad es todavía limitado. La sensibilidad es un rasgo complejo causado por los efectos acumulativos de cientos, si no miles, de diferencias genéticas. Esto representa un gran desafío para los estudios genéticos moleculares.

Esto significa que para detectar todos los genes implicados en la sensibilidad, tendríamos que medir cuidadosamente todos los entornos positivos y negativos en la vida de un gran grupo de individuos y probar cómo su respuesta a estas experiencias está relacionada con (millones de) diferencias genéticas.

Sin embargo, un nuevo método que usa gemelos idénticos puede proporcionarnos un atajo a los genes sensibles. Como son genéticamente idénticos, cualquier diferencia entre gemelos idénticos es el resultado de diferencias en sus experiencias.

Estas diferencias son exageradas aún más por la sensibilidad. Por ejemplo, imagine un par de gemelos idénticos con alta sensibilidad con un elevado número de genes de sensibilidad. Uno de los niños de la pareja es acosado en la escuela, mientras que su co-gemelo tiene una experiencia escolar relativamente positiva.

Las teorías de sensibilidad predicen que estos gemelos crecerán para ser muy diferentes entre sí. El gemelo expuesto a la adversidad (bullying) se verá afectado desproporcionadamente por esto y puede desarrollar síntomas de depresión o ansiedad, mientras que su co-gemelo se beneficiará desproporcionadamente de su experiencia positiva en la escuela y tendrá un alto bienestar psicológico.

Ahora imagínense un par de gemelos con muy baja sensibilidad que lleve pocos genes de sensibilidad. Como no se ven afectados por entornos positivos o negativos, estos gemelos crecerán para ser muy similares entre sí, incluso si tienen experiencias diferentes.

Con esta lógica, las diferencias dentro de la pareja de gemelos en un resultado determinado, podrán ser utilizados como medida indirecta de la sensibilidad ambiental. Es importante destacar que este resultado simple puede ser aplicado a los datos de todo el genoma para buscar genes de sensibilidad, sin la necesidad de medir el entorno o probar interacciones complejas entre genes y entornos.

 

Cómo se llevó a cabo el estudio

Realizamos el primer estudio de asociación genómico (GWAS) para aplicar este método con un enfoque en problemas emocionales en alrededor de 1.000 pares gemelos idénticos de 12 años de edad, del Estudio de Desarrollo Temprano de Gemelos (TEDS) [4]. Utilizamos estos hallazgos para crear una Puntuación Poligénica de Sensibilidad al Entorno(PGSSE) en dos muestras no relacionadas.

La puntuación poligénica refleja el nivel de sensibilidad de un individuo basado en su genotipo. Usando esta puntuación genética exploramos si los efectos de la crianza en problemas emocionales, o en la respuesta a la terapia psicológica para la ansiedad, diferían dependiendo de la sensibilidad genética de un individuo.

La información sobre la crianza de los hijos y los problemas emocionales de los niños se recopilaron a través de cuestionarios rellenados por los candidatos mismos. Los datos sobre la respuesta al tratamiento para niños con trastorno de ansiedad incluyeron el tipo de terapia que el niño recibió: terapia individual, en grupo o dirigido por padres.

 

Principales hallazgos

Nuestros hallazgos fueron consistentes con una explicación poligénica de la sensibilidad ambiental. Es decir, la sensibilidad fue causada por los efectos acumulativos de miles de diferencias genéticas. Nuestros hallazgos también fueron consistentes con las teorías de la sensibilidad.

Específicamente, en individuos con baja sensibilidad genética, la crianza tuvo poco efecto en los problemas emocionales. Por el contrario, en aquellos niños con alta sensibilidad genética, la crianza negativa fue un factor de riesgo significativo para los problemas emocionales, mientras que la crianza positiva tuvo un carácter protector (ver Figura 1).

La sensibilidad genética también se relacionó con la respuesta diferencial a los tratamientos psicológicos en niños con trastornos de ansiedad. Específicamente, los niños con alta sensibilidad genética respondieron mejor a la terapia individual, moderadamente bien a la terapia de grupo, y relativamente mal a la terapia dirigida por los padres. Por el contrario, aquellos con baja sensibilidad genética respondieron igual de bien a cada tipo de tratamiento.

Estos efectos fueron potencialmente clínicamente significativos. Para los que se encuentran en el tercio superior de las tasas de remisión por sensibilidad ambiental fueron del 70,9%, 55,1% y 40,6% para terapia individual, terapia de grupo y terapia breve dirigida por los padres, respectivamente.

Estos hallazgos sugieren que para aquellos con una sensibilidad genética relativamente baja hacia el entorno, los tratamientos menos costosos tienen la misma eficacia que el más costoso tratamiento individual.

 

Conclusiones

Encontramos que la sensibilidad genética influye tanto en la respuesta a la adversidad como en los tratamientos psicológicos. Los niños genéticamente sensibles se vieron más afectados negativamente por la crianza negativa, pero también se beneficiaron más de la crianza positiva, en comparación con aquellos con una baja sensibilidad genética.

Los niños genéticamente sensibles con trastornos de ansiedad también se vieron más afectados por el tipo de terapia que recibieron, respondiendo mejor a una terapia más intensiva individual.

Los resultados de nuestra investigación podrían tener importancia de cara a la prevención y el tratamiento de problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión. La puntuación genética de un individuo podría utilizarse para la medicación personalizada y para decidir sobre el tratamiento más eficaz de un paciente determinado, o para estrategias preventivas dirigidas a aquellos con mayor sensibilidad genética a la adversidad.

También puede proporcionar nuevos conocimientos sobre los mecanismos biológicos subyacentes a la resiliencia y la respuesta al tratamiento, y proporcionar nuevos objetivos terapéuticos.

A pesar de estos nuevos hallazgos alentadores, la investigación podría mejorarse aún más. Por ejemplo, una muestra sustancialmente mayor de pares gemelos idénticos produciría una puntuación de sensibilidad genética más precisa.

Recientemente recibimos fondos del Wellcome Trust para crear la genética del Consorcio de Sensibilidad Ambiental (GenSEC) reuniendo a más de 20.000 gemelos idénticos con datos genéticos. Esta muestra muy grande nos permitirá replicar y refinar la puntuación de sensibilidad genética, y explorar si las variantes genéticas que aumentan la reacción al entorno (medio ambiente) funcionan de manera similar en todos los trastornos y edades.

Referencias:

  1. Belsky, J., & Pluess, M. (2009). Beyond diathesis stress: differential susceptibility to environmental influences. Psychological Bulletin, 135(6), 885-908. doi: 10.1037/a0017376
  2. Ellis, B. J., Boyce, W. T., Belsky, J., Bakermans-Kranenburg, M. J., & van Ijzendoorn, M. H. (2011). Differential susceptibility to the environment: an evolutionary-neurodevelopmental theory. Development and Psychopathology, 23(1), 7-28. Doi: 10.1017/S0954579410000611
  3. Assary, E., Zavos, H.M.S., Krapohl, E. Keers R. & Pluess, M. (2020). Genetic architecture of Environmental Sensitivity reflects multiple heritable components: a twin study with adolescents. Mol Psychiatry https://doi.org/10.1038/s41380-020-0783-8
  4. Keers R, Coleman JR, Lester KJ, et al. (2016). A Genome-Wide Test of the Differential Susceptibility Hypothesis Reveals a Genetic Predictor of Differential Response to Psychological Treatments for Child Anxiety Disorders. Psychother Psychosom, 85(3):146‐158. doi:10.1159/000444023

Hace cinco años, a finales del 2014, la APASE (por aquel entonces todavía APAS), recibió un correo de la periodista Teresa Gray, pidiéndonos información sobre el rasgo de la alta sensibilidad. Teresa nos explicóque, desde Crónicas, un conocido programa de documentales de la 2 de RTVE, estaban interesados en realizar un programa monográfico sobre este rasgo, con el fin de darlo a conocer a un público más amplio.Como podéis imaginar, la propuesta nos encantó, ya que nuestro objetivo más importante era y es justamente ese: la divulgación de este concepto psicológico.

Crónicas nos pedía contactos en Madrid, pero la APAS estaba en Mallorca y allí era donde hacíamos los encuentros mensuales, cuando en la península aún no existía la gran actividad de diversos grupos (y profesionales) que hay hoy en día. Sopesamos posibilidades. En primer instante barajamos la opción de irnos un grupito a Madrid, pero, después de muchos correos y llamadas, Teresa nos hizo saber que habían podido arreglar el tema del presupuesto y ¡que vendrían con un equipo a Mallorca a grabarnos! Leer más

Alicia Silvestre, profesora de la Universidad de Zaragoza y Jaqueline Miranda-Madeira, doctora en Psicología, son estudiosas del ámbito de la alta sensibilidad y están interesadas en comprender cómo suele interactuar una persona altamente sensible (PAS) dentro del ámbito educativo. En concreto, desean conocer qué elementos del entorno educativo ayudan a mejorar la efectividad del aprendizaje y podrían aumentar el bienestar de las PAS a lo largo de su vida académica. Su principal objetivo es recabar y trasladar buenas prácticas educativas a la sociedad, en lo que respecta a los niños y jóvenes con alta sensibilidad.
Desde APASE se vela por un conocimiento neutral y respetuoso del rasgo, divulgándolo adecuadamente en los entornos donde pueda haber mejor impacto. En esa línea, este cuestionario viene a indagar sobre qué ha funcionado mejor.

Leer más

Me es un enorme placer, un orgullo, poder comunicaros que hemos vuelto a mandar una donación a la Fundación para la investigación de personas con alta sensibilidad, la fundación de la dra Elaine Aron y su marido, Art. Se trata de una donación de no menos de 1000 euros, y os confieso que me emociono escribiendo esto. Siento una enorme gratitud a los muchos socios de la aPASe que, pagando una pequeña cuota al año, hacen posible nuestra aportación a un tema tan importante en beneficio de todos.

Quiero mencionar también a Tania Ruiz del grupo PAS de Granada y secretaria de la aPASe, quien, con su iniciativa de las preciosas joyas «PAS«, también ha podido contribuir a nuestra donación. Cómo a lo mejor sabéis, ella ha diseñado pulseras y colgantes de plata de ley, que vende con un pequeño margen para poder contribuir a este gran proyecto de nuestra asociación.

¡GRACIAS A TODOS!

Enlaces: